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lunes, 28 de enero de 2019

CRITICA: FAST 8


Sinceramente, pensaba que después del magnífico final de la séptima, esta saga debía terminarse. No solo por la desaparición de unos de los puntales de la franquicia (Brian Connor encarnado por el triste finado Paul Walker) si no por el resultado global de la séptima entrega: Su ritmo sincompado, la dirección de James Wan, sus set pieces alocadas, los onliners de sus personajes…En definitiva, un cúmulo de elementos que la convertian en la mas redonda de una franquicia de lo mas longeva. Para mas inri, el tráiler no me invitaba a ver esta entrega. ¿Dom se vuelve malo? ¿Se habían agotado las buenas ideas tras el paso del director de Saw a la saga?
Por fortuna eso no es así. A todo gas 8 demuestra que la saga sigue en forma a todos los niveles, incluso cuando sus puntuales dejan la primera línea. Porque esta película tenía que afrontar el reto de cubrir el hueco no sólo de Brian O’ Connor, si no también el de Toretto, que esta alejado de su equipo por circunstancias del guión. Y no solo justifica con acierto sus giros (algunos mas que otros) sino que hace que los suplentes salva la papeleta con gran solvencia, a pesar de que eso sí, la presencia del aglutinante del mismo se eche en falta. Así pues, lo que menos me ha gustado de A todo gas 8 es que en las escenas de grupo todo el mundo va “ a su bola” por muy bien que lo hagan todos: Statham, Rusell, Gybson, e incluso The Rock son piezas que suman pero nunca serán tan imprescindibles como Vin Diesel, la imagen por excelencia junto a Paul Walker de la saga.
Quizá aquí habla el seguidor de la franquicia (de la cual me considero como tal aunque su mundo me sea ajeno ya no tenga ni idea de coches). Pero desde la primera entrega la química entre Walker y Toretto junto al concepto de familia en una épica urbana y tuneada ha sido siempre la esencia de este placer culpable. Y por mucho que, por ejemplo, Statham o Dwayne Johnson nos regale momentazos en esta haciendo lo que mejor saben hacer o Helen Mirren casi robe la pelicula en sus apariciones, los originales siguen siendo pieza clave. Sin embargo, dicho esto, me reafirmo en cómo los suplentes, el cada vez mejor empaque de la saga y esa idea de macro-proyecto tan bien orquestado desde su semi-reboot en la 4ª entrega, hacen una de las entregas mas conseguidas de la saga (por detrás de la 1 y la 7 y quizá la 5 per allí está). Buena noticia porque es sinónimo siempre de diversión: Loca, autoconsciente y surrealista diversión ya que pocas sagas tan largas mantienen el nivel tras tantas películas y siguen siendo tan hiper-entretenidas. 
NOTA: 7


jueves, 3 de enero de 2019

CRITICA: EL LIBRO DE LA SELVA

Los tiempos cambian. Y con ello, también nuestro modo de ver las cosas. Esa es la principal razón de ser de las nuevas adaptaciones ya sea sobre films, libros o comics. Y el hecho de que ahora tengamos unos efectos digitales de mayor nivel, hace posible contar historias que de otra forma no hubiera sido posible. Pero el hartazgo de reutilización de material previo puede engendrar recelos al espectador de forma fácil. ¿Otra vez El libro de la selva?
Si, otra vez. No en vano, con Cenicienta 2015 Disney demostró que la readaptación de sus clásicos en película de acción real puede crear verdaderas joyas. De hecho, lo que hizo Kenneth Branagh con el personaje del zapatito de cristal para mi supera incluso el clásico animado. Y es que aún con sus guiños cómplices al film de los años 50, la Cenicienta del director de Thor le da otro aire renovado al film: Uno en que se readapta la historia a las nuevas formas de ver el mundo actualmente pero sin el postmodernismo de hoy que a veces puede resultar muy cargante.
Aquí la estrategia es la misma. Jon Favreau indaga en el subconsciente y el trasfondo de Rudyard Kipling más que el de el film animado aunque con sus diferencias. La primera que por fortuna JonFavreau lleva la historia a su terreno y confirma que aunque con unas líneas de producción establecidas por el estudio, estos films pueden ser “hijos” de sus directores. La segunda, que quizá debido al carácter mas icónico de su universo musical, el film cae más en el remix que en el anteriormente citado. Por suerte, a excepción de un momento que suena postizo, esto encaja en el conjunto. También que si en la Cenicienta 2015 era cine de antaño como los romances victorianos con un toque british, El Libro de la Selva 2016 es una aventura retro que nos recuerda al cine de aventuras de los años 70 adaptado para todos los públicos. Y por último, el transfondo holístico algo tan poco habitual en el cine que por fortuna ambas recuperan.
No en vano, creo que aparte de su espectáculo visual foto-realista impresionante esta es la gran baza de la nueva película del director de Iron Man. Porque Favreau saca a la palestra las metáforas mesiánicas con la ingenuidad y la habilidad que marca la mayor parte de nuestro legado espiritual y eso tiene mucho mérito. Así pues, sin descubrir nada, El Libro de la Selva (aparte de un divertimiento para toda la familia con alguna pequeña dosis de oscuridad) es un luminoso fresco sobre la tradición, la ambición o la generosidad bajo la atenta mirada de los dioses caídos.
NOTA: 7

miércoles, 2 de enero de 2019

CRITICA: LA BELLA Y LA BESTIA




Aún recuerdo el día en el que vi por primera vez  La bella y la bestia. En esa época aun no entendía que eran cosas como la fotografía o el ritmo pero si sabia si una película me gustaba o no. Y la cinta me gustó mucho ya que si bien el target se enfocaba mas en el público femenino (el cine clásico de Disney siempre ha tenido “películas mas para niños” o películas más para niñas, eso es así) el film era entretenido, los secundarios eran auténticos robaescenas y la historia atrapaba gracias a su virtuosismo y savoir affaire que diría Lumière.
El film fue un gran éxito, uno de los mas sonados de la etapa dorada de Katzenberg en Disney; así que posteriormente la factoria de Mickey Mouse lo ha ido explotando desde la realización de un musical de Broadway hasta la resurección en imagen real como la que nos aguarda hoy; siguiendo la estela del nuevo filón empezado por Cenicienta y continuado con arrollador éxito por El libro de la Selva.
Sin embargo, hay una gran diferencia entre los titulos dirigidos por Kenneth Branagh y Jon Fraveau y este último. Su capacidad de adaptar y reformular la historia sin perder su esencia y por que no decirlo cierto sello autoral. Algo que aquí le falta porque La Bella y la bestia es casi calcado…al musical de Broadway que se basó en la película homónima de animación.
Así es, nos encontramos ante un musical de mas de 2 horas con muchas mas canciones que la película de animación con una puesta en escena tan lujosa como desgraciadamente para quien escribe, rutinaria. Y es que, sobre todo, después de ver Lalaland hace cuatro días, este musical parece muy obsoleto, independentemente del excelente diseño de producción y efectos especiales de matrícula. Elementos como esos montajes musicales con planos a lo Sonrisas y Lagrimas en pleno siglo XXI quedan anticuados; ya que la nostalgia en el cine funciona cuando se usan los elementos antiguos para reformular un nuevo discurso. Algo que Bill Condon parece no acabar de entender en muchos momentos; sobre todo en el primer acto al que dura mas de la mitad de la película. Sin destripar mucho pero sinceramente …¿Cómo puede ser que tardemos mas de una hora en escuchar números como el “¡Qué festín”?
Por fortuna, el film afronta el segundo y el tercer acto con cierta capacidad de síntesis y desarrollo de forma más interesante alguna de las subtramas de la historia, consciente de la fuerza de los secundarios. Y aquí es cuando digo que en mi caso pude verla en versión original y pude disfrutar del gran trabajo de los roles robaescenas como la cinta original. Así pues, Ewan MacGregor, Ian Mackellen, Emma Thompson son las mayores razones de peso para ver la película junto a Luke Evans y Josh Gad como Gaston y su mas fiel amigo; que protagonizan la subtrama más interesante, sutil e inteligente del film. No sin antes olvidar la parte correspondiente al clímax de acción, que tras casi dos horas de canciones los mas pequeños estarán esperando con ganas…
Eso es justamente lo mejor de un film que va menos a más con un primer acto demasiado alargado y ciertos problemas de base  hacen que  el conjunto final se quede por debajo de lo esperado. Recomendado especialmente para fans incondicionales del film animado y los musicales. El público infantil puede verla, de hecho está hecha principalmente para ellos, pero para eso quitaros de la cabeza que váis a ver una de acción o aventuras, ya que estos elementos lo hay a cuentagotas. Y recuerdad esa máxima de que “la belleza está en el interior”…
Pd: Por cierto, Emma Watson está bien, canta como los ángeles, tiene carisma, pero no me parece la actriz más adecuada para el personaje. Y esto,  a veces,me saca del film.
NOTA: 4

CRITICA: SILENCIO

Recuerdo perfectamente cuando vi el Guernica de Picasso en el Reina Sofía de Madrid. He de confesar que antes de eso, todo lo abstracto me tiraba para atrás. No me llegaba. Es más, había visto muchas veces el cuadro en fotografía o en el cine pero a pesar de conocer su simbolismo, las imágenes no me decían nada. Así pues, cuando entré a ver el cuadro no fui buscándolo y casi me lo encontré por casualidad. La imagen del cuadro me dejó un impacto tremendo. Su enormidad, sus formas, el blanco y negro…me generaron una serie de sensaciones embriagadoras. Su angustia me atrapó y desde entonces (de eso hace unos años) pocos impactos recuerdo tal como el que tuve al ver ese cuadro. ¿Por qué recuerdo toda esa batallita? Pues muy fácil. Fue una de las primeras imágenes que me vinieron a la mente tras presenciar la última obra de Martin Scorsese, Silencio. Aquí no se habla de ningún bombardero, ni la Guerra Civil, no tiene nada que ver, pero salí con sensaciones muy similares. Porque ambas hablan de la muerte con todo su horror con una frialdad expresiva y contenida al mismo tiempo que me calaron muy hondo. Y las dos, como buen arte le plantean al espectador una serie de preguntas mas allá de la pura experiencia sensorial.
En el caso del film que nos ocupa, es la historia de los dos jesuitas que llegan al Japón a intentar difundir su credo. El film no tarda en poner las cartas encima de la mesa. Esto no es El lobo de Wall Street. Ni Uno de los nuestros, ni Gangs of New York. Esto es una película que mira mas que nunca a un cine que ya no se hace en USA y que cada vez es mas difícil ver. Una película lenta, dura, contemplativa, casi sin música, sin épica, que es la historia de un dolor callado, la mirada de un espectador que como nosotros siente la impotencia ante lo que sucede en la pantalla. Ese es el personaje de Andrew Garfield, en un rol diferente al de El último hombre, pero que le confirma como un extraordinario actor a seguir si sigue con esta racha tan interesante de proyectos y papeles.

El resto del reparto no le va a la zaga, aunque son Adam Driver, Issey Ogata y Liam Neeson los que más destacan. Podíamos hablar de sus magníficas actuaciones, aunque creo que aquí lo más interesante es la mirada del film: Un Scorsese que, tras dos décadas, adapta una obra cumbre de la literatura japonesa con la mirada de un hombre de fe que se hace preguntas pertinentes y no tiene reparos en articular un discurso a contracorriente en fondo y forma. Una obra que si bien en algún momento cae en alguna reiteración en el vía crucis del protagonista, acabó por hacer parecer su extenso metraje en casi un suspiro, al menos para un servidor. Pocas pegas más para este film que creo que puede gustar a muchos credos diferentes porque, al fin y al cabo, las preguntas que Scorsese plantea son universales. Sólo espero que le deis una oportunidad a este Silencio y que podáis comprender que, mas allá de la fuerza formal de sus imágenes, se esconde alguien que susurra un secreto a voces para que nos lo quedemos para siempre dentro de nuestros corazones.
NOTA : 9

CRITICA: EXPEDIENTE WARREN 2

Lo reconozco: No me suelen gustar las peliculas de miedo actuales, con excepciones contadas, como Expediente Warren. Primero, por su facilidad com mezclarse con los films de horror y casquería. Segundo, por su efectismo basada únicamente en los decibelios y su nulidad a la hora de crear atmósferas. Porque en la era del fast food parece que se tiene prisa hasta contar una de miedo. Así nos va.
Pero James Wan entiende lo que es el miedo y cómo contarlo. Porque el tipo sabe de cine. Ya en Saw usó el thriller psicológico y el thriller social para un film de horror que fue mucho más. Con Insidious, se refinó y nos trajo su versión de Poltergeist de 1982, un film de “sustos” muy superior a la media. Pero no fue hasta Expediente Warren que llegó a su canto de sirena. El film sobre el matrimonio de Ed y Lorraine Warren se convirtió en un film dirigido con maestría y que sin inventar nada nuevo lo contaba todo de una forma que daba un sentido a la palabra miedo e inteligencia emocional en el cine.
¿Y ahora? ¿qué tenemos con Expediente Warren: El Caso Enfield? ¿Más de lo mismo? Sí. Pero eso no significa más es menos, sino todo lo contrario. The Conjuring 2 sigue estando dirigida con mano maestra. Sigue teniendo un guión formulaico pero muy bien hilado; unos actores/personajes entregados y memorables, en especial, los Warren. Patrick Wilson, Vera Farmiga y la pequeña interpretada por Madison Wolfe ; y tiene sustos -incluso más que la anterior de la saga-, causa pavor y entretiene que da gusto. Y aunque es algo más ruidosa, la inventiva del film nunca deja de sorprender, sobre todo en sus momentos mas escalofriantemente sutiles. Brutal.

La verdad es que os tengo que confesar que, tras las declaraciones de James Wan tras Insidious 2 y la decepción que me suposo esta, pensé que “se le habían acabado los sustos” al director de Sentencia de Muerte. Me equivocaba. James Wan sigue estando inspirado en el cine de miedo y, tras ver lo que puede hacer tras el género, (Fast 7, ¡por favor!) uno ya tiene ganas de ver no sólo Aquaman, sino lo que sea del director. Porque todo indica que el talento del realizador malayo está tan dotado para el “cine de sustos”, que ha creado escuela, y además puede con todo lo que le echen.
NOTA: 8

CRITICA: EXPEDIENTE WARREN

James Wan es considerado uno de les reyes del terror actual. Tal título se lo ha ganado gracias a sus buenas ideas al servicio de uno de los géneros mas llamativos para el público teen actual (el terror), amén de el rendimiento creativo que le saca a las mismas. Si en Saw fundó una saga basada en un juego moral sugerente, que dio pie a diferentes secuelas (con resultados desiguales), en Expediente Warren (The Conjuring) repite en el terror de “lo inexplicable”, tal y como lo hizo en Insidious. El resultado para este humilde crítico no puede ser mas que óptimo. Me parece el mejor film de género en mucho tiempo.
Todo empieza cuando una familia rural, formada por siete miembros, se mudan a una nueva casa ubicada en Harrisville en 1971. Pronto empezaran a padecer una serie de fenomenos sobrenaturales que obligará a los patriarcas a contactar con Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga), dos parapsicólogos expertos en efectos paranormales.
Visitar una casa encantada está muy visto, así como volver a presenciar exorcismos y ejercicios de clarividencia. De ahí el gran mérito del film. Aliñar la ensalada con todos los condimentos posibles con efectividad y sin sobresaturar la historia. Y eso se lleva cabo gracias sobretodo a las premisas que el equipo de Expediente Warren entienden como cine de terror: Provocar tensión huyendo del gore y del susto fácil, al mismo tiempo que se combaten las ideas preconcebidas del espectador y se juega con ellas sabiamente (y diabólicamente). Tener unos intérpretes de la talla de Patrick Wilson y, sobretodo, de una sensacional Vera Farmiga en el papel de Lorraine Warren. Y una dirección de fotografia de John R. Leonetti, adornada con la BSO de Joseph Bishara, junto al tema principal de Mark Isham, que asusta tanto como el uso del sonido; clave en el género y en este film, también.

En definitiva, el director malasio no inventa nada, pero en Expediente Warren lo hace con una eficiencia sobresaliente. Quizá le sobren algunos minutos en el metraje y hay alguna situación algo forzada…pero da miedo. Mucho miedo.Y eso es lo que toca.

NOTA: 7,5

CRITICA:EL RECUERDO DE MARNIE

En este mundo hay un círculo mágico invisible. El círculo tiene un interior y exterior. Estas personas están en el interior. Y yo estoy fuera”. Así empieza el epitafio de Ghibli, el último canto de cisne de la casa de Totoro, Porco Rosso o La Tumba de las luciérnagas. Triste pero cierto. Esta es la última película de la factoría y con ello, el hueco que nos deja es gigantesco.
Esta despedida viene de la mano del director de Arriety, Hiromasa Yonebayashi, que adapta al mundo Ghibli El recuerdo de Marnie (When Marnie was there), de la escritora Joan G. Robinson. Y lo hace como siempre nos tiene acostumbrados a los seguidores del trabajo de dicho estudio de animación: En esa liga en la que ya nadie juega. Con unos dibujos hechos a mano que alcanzan un grado de belleza que a uno le dan ganas de darle un bocado hasta a los tomates que salen de la pantalla. Y sin gafas de por medio…
En esta ocasión tenemos una historia realista y costumbrista con un toque sobrenatural. Si bien la naturaleza es importante y algunas de las inquietudes de la factoría están presenten en este film, está claro que Marnie está mas cerca de Susurros del Corazón que las odiseas imaginativas de Miyazaki.
La historia se centra en Anna. Ella es una chica solitaria, callada y sin amigos, que parece preferir mil veces pasar la tarde dibujando en lugar de decir “hola”. Su madre adoptiva, preocupada por su hija, decide enviarla a pasar una temporada con sus tíos por recomendación del médico para ver si el aire puro del campo ayuda a la joven a salir de “su círculo”. Es allí donde conocerá a Marnie y donde su vida cambiará para siempre…
Ghibli como siempre lleva a su terreno el proyecto y aún usando un texto sajón, lo hace suyo nuevamente. No sólo eso. Creo que su carga emotiva esta muy bien llevada y si a eso le sumamos esa cadencia, su fuerza visual y esa banda sonora marca de la casa nos encontramos en un producto de los que dejan huella. El principal problema es que aún siendo una buena historia para contar, la película tarda demasiado en desarrollarla.
Tras su excelente primera hora a la película considero que cada vez le cuesta mas avanzar y los 90 minutos si bien no aburren, se antojan algo excesivos en algunos pasajes. Quizá Marnie hubiera quedado mejor en un mediometraje, pero puede que el hecho de ser el proyecto con el que cerrar la factoría haya hecho que alargaran el metraje hasta la hora y media. Lo desconozco y, aunque no sea tan redonda como las más célebres obras del estudio, Marnie es muy superior a Arriety y supone un buen cierre a una filmografia que quedará viva en nuestros corazones. Sayonara Ghibli. Y gracias.

NOTA: 6

CRITICA: EL PUENTE DE LOS ESPIAS

Aunque el siguiente proyecto de Spielberg basado en un cuento de Roal Dahl es un retorno al Spielberg familiar de los 80, el Spielberg de los últimos años y el que hoy nos ocupa son un indicativo que el genio de E.T está para otras cosas. El Steven del nuevo siglo es un Steven más oscuro y “maduro”, más político, más poderoso. Tal es ahora su fuerza que su mano al ser tan alargada en la producción de blockbusters, ha hecho que su faceta de director parezca su aparatoso hobby particular y en última instancia, su testamento político. Munich, Lincoln y ahora el Puente de los Espías así lo atestiguan. Y como él es el director de Jurassic Park, le importa un bledo meterse en charcos; hecho cuyo súmmum alcanzó en el film protagonizado por Eric Bana. Fue en ese film sobre los atentados en los Juegos Olímpicos de la ciudad alemana donde un judío como él “dejó verde” a sus congéneres sin inmutarse. La comunidad judía se le echó a la yugular pero Spielberg la hizo igualmente porque el director de Tiburón sentía que tenía que hacerla. Y la hizo.Sin embargo, ahora el problema es que tanto en Lincoln como en menor medida este Puente de los Espías, Spielberg critica y luego pide perdón. No en vano, el realizador de Ohio es un símbolo de supremacía USA y eso es algo contraproducente si te tiras muchas piedras a tu tejado.  Aunque en el caso de Steven, parece que aunque le importa, lo hace relativamente.

Este aviso para navegantes es necesario antes de meternos en análisis fílmico. El Spielberg político ha vuelto. Y en esta ocasión, al menos, lo hayamos mejor camuflado que su anterior incursión en el subgénero; por muy anti-comercial que en 2015 pueda ser este El puente de los espías. Entre blockbusters de superhéroes, agentes secretos y un cine de actores de bajo o mediano coste, Spielberg hace una película de despachos en la Guerra Fría entre tribunales, negociaciones entre los lados del muro y ética constitucional. Y no precisamente barata.
Por fortuna, para un servidor que se aburrió con Lincoln, El puente de los espías no es otra película más del mejor director del mundo. Visualmente, la película es superdotada a niveles estratosféricos. Podría pasarme horas desmenuzando cada plano del film, obra de Spielberg y su cinematógrafo Kaminski y, ya sólo por eso, valdría la pena ver la cinta. Pero tiene más alicientes que eso. Para empezar, un Mark Rylance que roba media película. Su rol es memorable y sólo os diré que él que seguramente estará nominado a mejor actor de reparto este año. Y sinó, será injusto. Luego está el aliciente del libreto donde encontramos unos oportunísimos momentos de humor genuinamente coenianos (no en vano, el libreto fue retocado por los Hermanos creadores del Gran Lebowsky).

También un Tom Hanks más James Stewart que nunca. El actor de Big humaniza el personaje gracias a los momentos inspirados que frenan el lado más discursivo del film, que está, sobre todo en la primera parte y en la escena final.  No obstante, el subtexto del film más allá de algún exceso de cháchara legal planea dilemas interesantes, entre ellos, el que vertebra el film. ¿Puede hacer un hombre lo correcto en un mundo incorrecto?Curiosamente, eso la convierte en una de los films más autorales de Steven Spielberg. La tozudez del protagonista nos recuerda al de de ese Steven capaz de hacer todo lo posible para cumplir sus principios, ya sea una cinta “anti-taquilla” como esta o incluso realizar el plano perfecto. Simplemente porque cree en ella. Y eso, amigos, me parece encomiable.

Así pues, El puente de los espías es, pese a sus defectos, otra joya del maestro. Quizá no es la película que deseamos, pero sí que es la película que nos merecemos. Y con ella, nos demuestra que la salud cinematográfica del maestro sigue en pleno apogeo y aún es capaz de contar buenas historias. Así que… ¿Qué más se puede pedir?





NOTA: 8,5

ARTICULO ESPECIAL: UN NUEVO COMIENZO


No se si esto interesara muchos, pero si al menos una persona se siente aludido,  quiero pedir perdón. Perdón por tener tanto tiempo este blog abandonado. Desde el estreno de Jurassic World en 2015, ha llovido mucho pero la vida da muchas vueltas y entre una cosa y la otra este blog había quedado abandonado, casi con telarañas. No voy a explicar mi vida pero quiero escribir esto porque mi voluntad en este 2019 es reactivar mi blog sobre cine.

Antes que nada, voy a dejar clara una cosa. No me considero un "crítico". Principalmente, porque cada vez estoy mas convencido que esta etiqueta no nos hace ningún favor ni al cine ni a los que escribimos sobre ella. Yo soy un aficionado al cine, que le gusta escribir sobre ella porque me gusta transmitir lo que me hace sentir una obra audiovisual, tanto para bien como para mal, para debatir o para coincidir; pero siempre, con respeto. 

A partir de aquí, voy a colocar algunas de mis anteriores criticas en este blog, Durante este tiempo, aunque con menor medida no he parado de realizar reseñas aunque para otros medios onlines como Facesonthebox con la que llevo unos 7 años u otros medios que, en diferentes etapas o de forma esporádica, he ido dejando mi grano de arena.

Y dejo el rollo, ahora hablemos de cine.

Joan Boter