Si echabas de menos la Guerra Fría y el look hippie de los 60, esto pintaba bien. Harry Palmer, James Bond, Flint…Todos fluctuaban en esta revisión vintage de la catódica El agente de Cipol. El trailer te la vendía. El diseño de producción estaba tan cuidado como el de las últimas temporadas de Mad Men, pero con agentes secretos irónicos, pin-ups de escándalo y la socarronería propia de la época. Eso sí, todo pasado por el filtro de Guy Ritchie, reciclador con sambenito (no sabemos si injusto o no) de pseudo-Tarantino. Todo apuntaba bien. Lo retro está más de moda que nunca que hasta los mutantes se apuntan.
Pero la verdad es que, tras los títulos de crédito, en vez de gozo, lo que he sentido es decepción. ¿Y eso? Pues, probablemente, porque creo que Operación Uncle está tan obsesionada en ser estéticamente molona a toda costa, que se olvida del resto, a medida que avanza el metraje. Y aunque empieza bien, el último acto es un jarrón de agua fría para quien quería que el experimento remontase.
Y es que a medida que avanza la trama (algo confusa a pesar de su sencillez y relativa poca importancia), nos damos cuenta que todo está a medio cocer. La evolución de los personajes está en fase preliminar porque esto es como “un piloto”. Henry Cavill cumple y Alicia Vikander también, ambos son lo mejor del film, ella dando vida a una hippie Audrey Hepburn que baila en pijama. Pero Armie Hammer está tan flojo como lo estaba en “el llanero solitario” y con la falta de carisma necesaria para que el triángulo funcione.
Sin embargo, los primeros compases del film cumple lo esperado. Guerra de sexos, humor y algunos momentos de acción, en especial la secuencia inicial, de lo más redondo de la cinta. Pero entonces, Guy Ritchie quiere hacer la película más artie y aquí es donde creo que naufraga. Y es que si Tarantino copia sus referentes para construir algo nuevo y con ente propio, a Ritchie rara vez el experimento le funciona. De ahí un final atropellado, confuso y una resolución tan risible que pretende homenajear los giros de guión de la obra original.
Al final, un film que si bien no acabo considero del todo fallido sí que creo que es flojo: Divertido en algunos momentos, deslumbrante incluso en algunos y siempre vistoso; pero también acartonado y falto de ritmo mucho más de lo que debería. Y eso es el principal talón de Aquiles de una película, cuyos referentes jamás sucumbían.
NOTA: 4
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