No es una pelicula fácil. El francés Leos Carax rompe los
moldes cinematográficos y compone una película de episodios que seguimos a
través de una limusina. A simple vista, puede parecer un ejercicio similar al que realizó David Cronenberg en su reciente Cosmopolis pero con resultados muy diferentes.
Porque mientras el film
protagonizado por Robert Pattinson se dejaba llevar por una dialéctica vacía,
aquí los diálogos se reducen considerablemente. Quien lleva la voz cantante en Holy Motors es la imagen. Estamos delante de un espectáculo visual donde
Óscar realiza un tour por Paris donde va participando en diferentes eventos
encarnando diferentes personalidades. Una premisa muy interesante con un
subtexto con mucho jugo que Leos Carax parece empeñado en pasar por alto. ¿El motivo? Porque Carax
quiere hacer algo diferente a toda costa.
Es
difícil hablar de esta película sin destriparla. Cada episodio es un género
cinematográfico distinto. Y hay géneros o episodios que se le dan mejor que
otros, sobretodo cuando no les quiere dar demasiado la vuelta para convertirlos
en un sin sentido. Ese es para mi el problema de una cinta que sin embargo
tiene mucho cine en su ADN: desde los guiños cinematográficos a Blade Runner o
Sunset Boulevard entre otros a una escena musical con Kyle Minogue que pone la
piel de gallina. Eso sin hablar de Denis Levant en modo clown, realizando un
ejercicio mas de teatro de vanguardia que de cine pero...Bienvenido sea. Esta
magnifico. Simplemente, ESO ES UN ACTOR.
Por lo demás, Holy Motors me entretuvo a ratos.
Mejora según avanza pero hay otros momentos que no conecto con el film y
desearía tener un mando a distancia en la butaca para que avanzara la cinta.
Otros que el tema principal no sea tan omnipresente. Contribuye a la
reiteración del relato. Hay incursiones a algunos géneros con mayor fortuna que
otros. El viaje al mundo de la ciencia ficción es la parte más floja, no sé si
por cierto desdén a ese cine o es que era el turno del homenaje a Tron y el
resultado ha sido demasiado largo y contemplativo.
He de reconocer que esta obra tiene algo especial pero me reafirmo en mi
convicción de que no se la ha sacado el partido que necesitaba. Creo que si la
limusina hubiera seguido otra ruta, esta Holy Motors podría haber sido mucho
mejor. Lo que si estoy convencido es que esta es una pelicula que
para bien o para mal, hay que ver.
NOTA: 6
NOTA: 6