Se
abre el telón. Aparece el símbolo de Warner Bros en la pantalla de cine. Lo hace en una imagen de color sepia como si de una película de los años 20 se tratara. Segundos después, te
percatas que lo que estás a punto de ver: otra obra de gran Baz
Luhrmann; aquel director cuyas obras nacen con el objetivo de ser algo
más que otro film cualquiera: Ser una experiencia cinematográfica. Y que dos
horas y media después saldrás lleno de luz de la sala. Con una luminosidad similar a la de esa esperanza que
abre y cierra esta adaptación de la novela de F. Scott Fitzgerald; mientras te
llevas el misterio consigo como el personaje protagonista del relato: El
enigmático playboy Jay Gatsby.
Lujo. Charlestón. Misterio. Obsesión. Ambigüedad. Confeti. Champán. Bólidos amarillos. Mujeres. Collares de perlas.Mayordomos. Piscinas. Lentejuelas. Alcohol. Flores. Manteles. Bólidos azules. Letras. Dolor. Lágrimas. Muerte. AMOR.
Este es el envoltorio del gran Gatsby. Un embalaje barroco y fastuoso que sobretodo en sus primeros compases recuerda mucho a Moulin Rouge pero que se revela más tarde como una reconversión de las obsesiones del director australiano en donde la sutileza se hace amiga de la gran épica emocional típica del cineasta.
Lujo. Charlestón. Misterio. Obsesión. Ambigüedad. Confeti. Champán. Bólidos amarillos. Mujeres. Collares de perlas.Mayordomos. Piscinas. Lentejuelas. Alcohol. Flores. Manteles. Bólidos azules. Letras. Dolor. Lágrimas. Muerte. AMOR.
Este es el envoltorio del gran Gatsby. Un embalaje barroco y fastuoso que sobretodo en sus primeros compases recuerda mucho a Moulin Rouge pero que se revela más tarde como una reconversión de las obsesiones del director australiano en donde la sutileza se hace amiga de la gran épica emocional típica del cineasta.
En
esta fábula vintage, Baz no descuida el humor. Aunque en esta ocasión lo reduce
considerablemente. Hasta el punto en que sus personajes acaban
resultando menos caricaturescos y carnales que antaño (ese Joel Edgerton es el
villano más "humano” de su filmografía y menos acartonado que los que encarnó
David Wenham en sus dos últimos films, por ejemplo).
En definitiva, una de esas películas que vale más que nunca el precio de la entrada. Una obra de largo recorrido (es cierto) pero que sabe jugar con las expectativas del espectador a través de una larga mecha dónde imagen, narración y sentimiento se dan de la mano. Y no te suelta hasta el final, en donde después de abandonar la sala de la forma que hemos iniciado al inicio de esta reseña…seguimos adelante, botes contra la corriente, empujados incesantemente hacia el pasado.
Sin
embargo, sería injusto (si hablamos de las actuaciones) no sólo mencionar a
Tobey Maguire, a Carey Mulligan y una robaescenas nata como Isla Fisher sino a
él: El Gran Gatsby. ¿O debería decir…el Gran Dicaprio? Porqué el actor
demuestra una madurez como actor a través de una agudeza interpretativa al
alcance de sólo unos pocos. Dicho de otra forma: él es el gran Gatsby y merece
una estatúa dorada en su vitrina ipso facto. Para aplaudir.
En definitiva, una de esas películas que vale más que nunca el precio de la entrada. Una obra de largo recorrido (es cierto) pero que sabe jugar con las expectativas del espectador a través de una larga mecha dónde imagen, narración y sentimiento se dan de la mano. Y no te suelta hasta el final, en donde después de abandonar la sala de la forma que hemos iniciado al inicio de esta reseña…seguimos adelante, botes contra la corriente, empujados incesantemente hacia el pasado.
NOTA: 9
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ResponderEliminarThanks and have a great day!
Muy buena crítica, todavía no he tenido el placer de verla!! Sólo con ver a DiCaprio debe ser éxito asegurado, como me gusta este actor!!
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