Pasado el ecuador del certamen, la sensación es bastante agria. Los
aficionados parecen contar con los dedos de una mano, los films que más
les han llamado la atención. Uno de los más comentados estos días es el
que nos llegó este miércoles: Europa Report, una space opera filmada en
found footage con nombres como Sharlto Copley o Cristian Camargo. Todo
empieza con equipo internacional de astronautas que es enviado a una
misión privada en la cuarta luna de Júpiter. 90 minutos más tarde
asistimos a los títulos de crédito de esta correcta odisea espacial
(sobre todo por su tramo final), pero cuyo libreto de Philip Gelatt se
pierde en una presentación demasiado fría y superficial de los
personajes. Aun así, y sin ser ninguna Gravity, Sebastián Cordero
realiza un gran trabajo ante la cámara y sabe sacar grandes momentos de
un cast inspirado.
Por su parte, el jueves hemos asistido al estreno de lo que se
anunciado como "la película favorita de Tarantino del 2013". Estas
declaraciones extraídas del realizador de Jackie Brown en el festival de
cine de Busan han sido lo que ha levantado la expectación de la cinta
en las últimas horas. Al verla, uno entiende porque este film israelí ha
conectado con el cine de Tarantino. Todos conocemos la predilección del
genio por las escenas de tortura cínica y macabra. Y este film sustenta
su premisa en una serie de secuencias que mezclan la tortura, con el
humor negrísimo y cotidiano (con ciertos apuntes sociales) para hablar
una historia sobre los verdugos con mucha más enjundia de lo que parece.
Y un guión sólido y bien dirigido que te atrapa desde el minuto 1.
Recuerden su título: Big Bad Wolves. Y el tándem de directores
responsable del invento: Aharon Keshales y Navot Papushado.
Y el viernes tocó un día de terror. Un diabólico día que empezó con
Insidious 2 y acabó con un slasher de instituto, llamado All cheerladers
die. Y, desgraciadamente para este cronista, ambos son dos films
fallidos. Empezamos con la primera y a priori plato fuerte del día:
Insidious 2 de James Wan. Esta vez, Josh y Renai Lambert se han mudado
con sus hijos a la casa de Lorraine, la madre de Josh, esperando olvidar
el pasado y comenzar una nueva vida. Pero pronto, la familia empieza a
experimentar extrañas visiones y fenómenos amenazantes, que les
obligarán a desentrañar el oscuro secreto que les ha dejado conectados
con el mundo espiritual….Una cinta que transmite una desgana preocupante
y que hace preguntarse varias cuestiones a este crítico. ¿Realmente es
James Wan el que está tras la cámara? ¿Es el mismo que The Conjuring?
¿Qué ha pasado entre una película y la otra? Porque, después de un
primer segmento algo reiterativo y confeccionado a medio gas (pero
aceptable), Wan deja al film a merced de unos Abbott y Costello de tres
al cuarto, que convierten el film en un spoof ridículo y sin tensión.
Ver para creer.
Lo de All cheerladers die aún ha sido un producto más flojo. Mäddy
Killian es una joven de 17 años del instituto Blackfoot con la misión de
hacer caer al capitán del equipo de fútbol. Se alistará a un grupo de
cheerleaders para conseguir su propósito, pero una serie de trágicos
acontecimientos harán que las chicas se vean empujadas a una batalla
sobrenatural que culminará en una noche sangrienta. No, no es un
argumento novedoso. Ni la comedia high school ni el slasher de vieja
escuela son puntos de partida originales, ni juntos ni separados. Y si
encima están filmadas como si fuera un reality, lleno de efectos de
postproducción, el resultado puede ser bastante olvidable. Es lo que
ocurre con este film que además peca de una misoginia deplorable. Si, es
lo peor que he visto en Sitges por el momento y eso que solo queda un
día...
En definitiva, una montaña de rusa con films más bien
insatisfactorios, pero con algunas perlas rescatables como la "preferida
de Tarantino", que puede conseguir rascar algo en el palmarés. Nosotros
esperaremos este palmarés. Así que estaremos informando.
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