Durante
una misión especial rutinaria, dos astronautas sufren un grave
accidente y quedan flotando en el espacio. Ésta es la sencilla premisa
que utiliza Alfonso Cuarón
para crear Gravity, obra maestra de la ciencia-ficción. Así de simple.
Después de retratar su país natal en Y tu Mamá también, a través del
plano secuencia subjetivo; de experimentar con el mega blockbuster en
Harry Potter y El Prisionero de Azkabán; y de crear la distopía a golpe
de corresponsal de guerra en la colosal Hijos de los Hombres; el maestro
se supera.
Cuarón, recoge todo lo aprendido y retrata la épica aeroespacial usando los recursos documentales con los que siempre ha jugado para proponerle al espectador una experiencia objetiva donde éste se convierte en un tercer astronauta.
Rodada en tiempo real
con unos planos secuencia que transforman la cámara en los ojos del
espectador, sentimos la fascinación y, más tarde, la angustia sideral de
la doctora Ryan Stone (Sandra Bullock), una ingeniera en su primera
misión espacial en la Shuttle, cuyo único punto de apoyo es el veterano
astronauta Matt Kowalsky (George Clooney) y sus ganas de vivir. Porqué
mas allá de la experiencia sensorial, Gravity funciona al conectar de
forma empática con el deseo humano de supervivencia; encarnado por una
Sandra Bullock en el mejor papel de su carrera, con diferencia.
Dicen que los Hermanos Lumière se comenzaron a plantear la
posibilidad de dotar a este nuevo gran espectáculo llamado cine con la
tercera dimensión para que se hiciera más real. Y aunque Cuarón no sea
el pionero, si será con probabilidad, el primero que más se asemeje a la
obra de esos revolucionarios pretendieron. Dicho de otro modo,el
mejicano también"asustará" a la platea como los franceses lo hicieron
con la llegada de un tren a una estación. Se que muchos verán el grado
de entusiasmo de este crítico y lo creerán desorbitado, pero es que el
uso de la integración del 3D para dar relieve a la puesta en escena es
así de magistral.
Además, muchos os preguntaréis si esta cinta tiene algún defecto. Yo
no se lo veo. Ni el libreto de Alfonso Cuarón y su hermano Jonás, ni la
fotografía de Emmanuel Lubezki, ni las actuaciones. No hay nada que no
considere que es sobresaliente. Tampoco no se sobreutiliza la banda sonora
de Steven Price, como se acostumbra a hacer actualmente en muchos
casos, en búsqueda de una épica a veces hipertrófica. Simplemente se usa
cuando la cinta lo requiere. Y, por si fuera poco, además de todo esto,
Gravity ni siquiera peca de exceso de metraje. Apenas hora y media. Y
eso nos hace ver que estamos delante de un producto que juega en otra
liga, tan excepcional que se merece una nota excepcional.
Gravity hay que
entenderla como el Kubrick de 2001: una odisea en el espacio. Y esta
afirmación hago en el sentido de que no es sólo una historia de viajes
espaciales, ni mucho menos, sino un film que muestra la evolución y el
destino del ser humano, pasando por el reconocimiento y enfrentamiento a
sus miedos más profundos.
Nada, lo dicho. Este es un film es de otra galaxia. A disfrutarlo en pantalla grande y en 3D.
NOTA: 9
No hay comentarios:
Publicar un comentario