En 1954, Walter Elias Disney pronunció una frase que podia resumir su amplio legado histórico: "Todo empezó con un ratón". Y es que fue así como nació la leyenda de Walt Disney; el hombre y también la marca más universal y eterna del mundo del cine. 50 años después de su muerte, la propia compañía le rinde tributo con este Saving Mr Banks ( al Encuentro del Sr Banks, pésima tradución del original) donde a partir del proceso creativo de una de sus mágicas obras (Mary Poppins), nos expone la verdadera naturaleza de su obra enfrentando al creador visionario con la orna de su zapato: la escritora australiana P.L. Travers. Y lo hace centrándose en la figura de esta última para reconstruir el imperio que hay bajo el castillo de la Bella Durmiente. Y lo hace con…dos películas a la vez.
La primera ocurre durante el famoso working progress del film protagonizado, por Julie Andrews. Es la mejor. Dicha parte está capitaneada por una fantástica Emma Thompson que interpreta a un personaje estirado, maniático y ateo del mundo de los sueños infantil. Pero no está sola. B. J Novak, Bradley Withford, Paul Gamatti yJason Schwartzman están espléndidos y rodean a la escritora; amén de un excelente Tom Hanks como Walt Disney. El actor de Philadelphia o Forrest Gump se convierte literalmente en el creador de Mickey Mouse y no rehúsa a crear un personaje tan mágico como “ambiguo”.
Y es que uno de los grandes aciertos del film y que va en consonancia con su significado es que no olvida la parte oscura de Walt; la oculta convenientemente e incluso la hace vislumbrar en ocasiones pero justifica su omisión porque quiera dar énfasis en el verdadero significado de la evasión; como vehículo no sólo para soñar si no de salvamento espiritual.
Por su parte, la otra cinta es más obvia y aunque acaba siendo esencial al
final para que l clímax funciona, le sobra metraje y está menos cuidado tanto
actoralmente como técnicamente. Collin Farell y Ruth Wilson están correctos,
sin brillar en unas secuencias que a veces se hacen reiterativas y algo acarameladas.
Son el pasado de la artista como caja de resonancia de la actual pero sólo
acaban de dotar a la cinta de genuina magia pasada la primera hora.
Aun así, Saving Mr Banks es un magnífico complemento para el visionado de
la joya disneyana que fue Mary Poppins. Ideal para las generaciones que
crecieron con el film que son varias y mas que serán y para los que quieran
saber porque al cine se les llama séptimo arte.
NOTA: 7,5
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