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miércoles, 2 de enero de 2019

CRITICA: LA BELLA Y LA BESTIA




Aún recuerdo el día en el que vi por primera vez  La bella y la bestia. En esa época aun no entendía que eran cosas como la fotografía o el ritmo pero si sabia si una película me gustaba o no. Y la cinta me gustó mucho ya que si bien el target se enfocaba mas en el público femenino (el cine clásico de Disney siempre ha tenido “películas mas para niños” o películas más para niñas, eso es así) el film era entretenido, los secundarios eran auténticos robaescenas y la historia atrapaba gracias a su virtuosismo y savoir affaire que diría Lumière.
El film fue un gran éxito, uno de los mas sonados de la etapa dorada de Katzenberg en Disney; así que posteriormente la factoria de Mickey Mouse lo ha ido explotando desde la realización de un musical de Broadway hasta la resurección en imagen real como la que nos aguarda hoy; siguiendo la estela del nuevo filón empezado por Cenicienta y continuado con arrollador éxito por El libro de la Selva.
Sin embargo, hay una gran diferencia entre los titulos dirigidos por Kenneth Branagh y Jon Fraveau y este último. Su capacidad de adaptar y reformular la historia sin perder su esencia y por que no decirlo cierto sello autoral. Algo que aquí le falta porque La Bella y la bestia es casi calcado…al musical de Broadway que se basó en la película homónima de animación.
Así es, nos encontramos ante un musical de mas de 2 horas con muchas mas canciones que la película de animación con una puesta en escena tan lujosa como desgraciadamente para quien escribe, rutinaria. Y es que, sobre todo, después de ver Lalaland hace cuatro días, este musical parece muy obsoleto, independentemente del excelente diseño de producción y efectos especiales de matrícula. Elementos como esos montajes musicales con planos a lo Sonrisas y Lagrimas en pleno siglo XXI quedan anticuados; ya que la nostalgia en el cine funciona cuando se usan los elementos antiguos para reformular un nuevo discurso. Algo que Bill Condon parece no acabar de entender en muchos momentos; sobre todo en el primer acto al que dura mas de la mitad de la película. Sin destripar mucho pero sinceramente …¿Cómo puede ser que tardemos mas de una hora en escuchar números como el “¡Qué festín”?
Por fortuna, el film afronta el segundo y el tercer acto con cierta capacidad de síntesis y desarrollo de forma más interesante alguna de las subtramas de la historia, consciente de la fuerza de los secundarios. Y aquí es cuando digo que en mi caso pude verla en versión original y pude disfrutar del gran trabajo de los roles robaescenas como la cinta original. Así pues, Ewan MacGregor, Ian Mackellen, Emma Thompson son las mayores razones de peso para ver la película junto a Luke Evans y Josh Gad como Gaston y su mas fiel amigo; que protagonizan la subtrama más interesante, sutil e inteligente del film. No sin antes olvidar la parte correspondiente al clímax de acción, que tras casi dos horas de canciones los mas pequeños estarán esperando con ganas…
Eso es justamente lo mejor de un film que va menos a más con un primer acto demasiado alargado y ciertos problemas de base  hacen que  el conjunto final se quede por debajo de lo esperado. Recomendado especialmente para fans incondicionales del film animado y los musicales. El público infantil puede verla, de hecho está hecha principalmente para ellos, pero para eso quitaros de la cabeza que váis a ver una de acción o aventuras, ya que estos elementos lo hay a cuentagotas. Y recuerdad esa máxima de que “la belleza está en el interior”…
Pd: Por cierto, Emma Watson está bien, canta como los ángeles, tiene carisma, pero no me parece la actriz más adecuada para el personaje. Y esto,  a veces,me saca del film.
NOTA: 4

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