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jueves, 14 de marzo de 2013

CRÍTICA: JACK, EL CAZAGIGANTES

Si algo funciona, cópialo. Ese el principal lema del emporio del cine USA que parezca capaz de vender su alma al diablo para exprimir la gallina de los huevos de oro. Ante la falta de ideas, darle las vueltas a los mismos ingredientes para preparar el mismo cóctel. A veces, el experimento tiene resultados loables o incluso de gran calidad. Otras acaba siendo un sin sentido como el que hoy nos ocupa, al menos para este servidor: Jack el Caza gigantes.

Una antigua guerra se reaviva cuando un joven granjero abre sin darse cuenta una puerta entre nuestro mundo y una temible raza de gigantes. Estos secuestran a una princesa y él tendrá que rescatarla. Un argumento sencillo muy en la estela de " la Princesa prometida" o Willow que tanto brillaron en la década de los 80 en el cine de fantasía y aventuras. Pero bajo quien suscribe, muy mal efectuado. Y encima por alguién capaz de dar el pistolezo de salida a la hordas superheroicas que han invandido el cine en la última década del siglo XX: Bryan Singer, creador además de Sospechosos Habituales y el personaje de Gregory House para la TV.

Cuesta entender que un director de gran sobriedad visual haya dirigido este desaguisado final y más con los desorbitados números que hay detrás. 300 millones de euros. 2 años de rodaje. Todo para que el resultado final no luzca en la pantalla. Los efectos especiales son de videojuego empezando por un prólogo de animación digital para olvidar. Pero el resto no le anda a la zaga. El diseño artístico tan cuidado en este tipo de propuestas da la sensación de ser cartón- piedra o en esta ocasión de cartón-croma. Un discurso estético sin ninguna autoría donde los uniformes parecen una fiesta casera de disfraces. Ver para creer. ¿Qué has hecho Brian?

Pero el principal problema es el guión. ¿Infantil? No, estúpido. Los diálogos son simples, las situaciones ridículas, su humor me parece vulgar. No obviaré que el ritmo es trepidante pero su artificialidad de personajes, efectos y todo el conglomerado de la historia me hicieron imposible implicarme en ella por muy ostentosa que sea esta pretendida montaña rusa palomitera.

Eso sin hablar de sus referentes previos. Incluso el score es una copia de El señor de los Anillos de Peter Jackson y sobretodo en la vertiente más lúdica y juvenil que este mostró en la primera parte del hobbit. Pero ni Brian demuestra la capacidad visual del director de Agárrame esos fantasmas ni nada que se parezca a su sello personal que siempre estaba incluido en sus films previos. Solo algún otro destello de humor inspirado, salvan este despróposito a todos los niveles. Una pena que no me haya convencido. Otra vez será.

NOTA: 3



LO MEJOR: Su dinamismo y falta de pretenciosidad.

LO PEOR: Confunde infantilización con estulticia y carece de falta de estilo.




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