Uno
de los gurús del noveno arte, Scott McCloud, definió con estos términos
el cómic o novela gráfica: «Ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes
en secuencia deliberada con el propósito de transmitir información u
obtener una respuesta estética del lector.
Una definición que bien puede aplicarse a la saga Red y sobretodo a la secuela, donde Hollywood canibaliza el universo creado por Warren Ellis para crear un thriller explotation de espías 70 donde el slapstick geriátrico es la base principal para un " coco loco" veraniego. Con un problema que acaba pasando factura a sus virtudes: el vaso en la que se sirve es demasiado grande.
Una definición que bien puede aplicarse a la saga Red y sobretodo a la secuela, donde Hollywood canibaliza el universo creado por Warren Ellis para crear un thriller explotation de espías 70 donde el slapstick geriátrico es la base principal para un " coco loco" veraniego. Con un problema que acaba pasando factura a sus virtudes: el vaso en la que se sirve es demasiado grande.
Willis,
Parker, Malkovich, Mirren vuelven en esta segunda parte que tiene
nuevas incorporaciones y que vende lo mismo que su antecesora,
multiplicado por 2 (como dicen los cánones) mas acción, mas humor, mas
estrellas (Hopkins y Zeta Jones se unen al show) y mas entretenimiento. Y
en buena parte resulta así. En el primer tercio del film, todo
funciona como un reloj suizo. El agente retirado de operaciones
encubiertas la CIA, Frank Moses (Bruce Willis), vuelve a reunir a su
peculiar equipo de élite para emprender la búsqueda a nivel global de un
dispositivo nuclear portátil desaparecido. Desde la primera secuencia
el film encadena escenas muy inspiradas de humor (tan negro como jocoso)
defendido por actorazos como los citazos y combinado con tortazos
saltimbanqui muy bien resueltos.
Pero luego, la acumulación de viñetas acaba perjudicando al argumento que parece más una forma de unir secuencias a través de una monótona estructura que otra cosa. Lo peor que puede hacer un film como este es caer en la rutina y el film lo acaba haciendo. No aburre pero agota a veces y es un hándicap para un limón que da la impresión que en esta ocasión han querido exprimir demasiado...en la misma dirección. Le falta una progresión real tanto argumental como en su humor macabro y satírico que se queda constantemente en los preliminares. Con hora y media seria perfecta. Con dos horas, algo más que correcta.
NOTA: 5,5
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