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domingo, 20 de octubre de 2013
46ª EDICIÓN DE SITGES: DIA 1, 2 y 3
Otro certamen que empieza con el cielo roto.Como una extraña costumbre, empezamos de nuevo la temporada festivalera en el Auditori. Nos espera para la apertura, un nuevo film español, del director de Agnosia, pero con reparto, factura y vocación internacional. Se trata de un ejercicio hitchcockiniano llamado Grand Piano.
Nos aguarda la 46ª edición del Festival de Sitges, dedicada al origen del mal, como reza desde scartel, homenaje a La Semilla del Diablo, de Roman Polanski, que preside la entrada del Auditori, de manera tan imponente como amenazadora.
Y así se inaugura el certamen con la última película de Eugenio Mira. Un film tan magistralmente dirigido de forma técnica como lleno de concesiones y lagunas en el guión, para mi gusto excesivas en muchos momentos. El alto hype proveniente de las críticas del festival de Austin no me han ayudado. No me parece un mal film, pero esta muy por debajo de lo que podía dar, sobre todo por el virtuosismo técnico del que lleva las riendas de la producción. Recordemos que la historia es la de un pianista, interpretado por Elijah Wood, que llega a Chicago después de cinco años sin actuar y es amenazado por un francotirador con la voz de John Cusack. El actor de Balas sobre Broadway no estaba en el Hotel Melià de Sitges, pero si su protagonista, Elijah Wood, que ha despertado la admiración de los fans que pasaban por la localidad costera.
Pero pasemos al punto negro más importante del día. Por que lo de Upstream Colour es harina de otro costal. Si el cine experimental pasa del mediometraje, creo que se requiere un vínculo entre espectador y roles. Algo que no hace la segunda película del director de Primer, Shane Carruth. Imágenes "malickianas" al servicio de un surrealismo que se me ha antojado frío, plano y aburrido. Poco más que decir bajo mi humilde opinión. No es que no sólo no la entienda, es que ni me evoca, ni me provoca, ni me emociona.
Mejor ha sido Byzantium. La vuelta a Neil Jordan al vampirismo, tras Entrevista con el vampiro, no hechiza, pero si funciona con solvencia al dominar un tono gótico-poético algo monocorde, pero con eficacia y haciendo buen uso de sus distintos elementos. Sin ir mas lejos, las dos vampiras protagonistas, Gemma Arterton y Saoirse Ronin, están en sus registros habituales, pero estas al servicio de la historia y no al revés. Lo mejor de una primera jornada con un nivel bastante insatisfactorio para este cronista.
DIA 2: EL DIA DE ELI ROTH
El segundo día en el Festival de Sitges estuvo marcado por los muertos vivientes; concretamente por una marabunta de zombies, que llenaron las calles de Sitges, como si los figurantes de la película Guerra Mundial Z se tratara. Padres madres, niños, jóvenes e incluso personas de avanzada edad, se pusieron en las manos de los artistas del maquillaje para llenar su piel de cicatrices, heridas y otras malformaciones putrefactas. Y mientras, en el Meliá, un nombre no paraba de retumbar entre prensa y fans: Eli Roth.
El director de Massachusets vino por partida doble a Sitges. Como director de su "caníbal film", The Green inferno; y como productor de su ficción televisiva Hemlock Grove. La presentación y proyección de la misma tuvo lugar en la sala Tramuntana, donde al director de Hostel le acompaño su nueva musa, Lorenza Izzo. Según Roth" El productor alec Whitman me dijo 'Tengo una novela para ti. Va sobre hombres lobos y vampiros'. Rapidamente puse cara seria pero antes de eso el dijo: 'Espera, esto va a ser algo diferente. Va ser mucho mas oscura, mucho mas violenta y tiene un toque parecido a Twin Peaks'. Así nació esta serie que el director de Hostel produce, así como también se encarga de la dirección del primer capítulo de la ficción para Netflix. Según el cineasta de Cabin Fever una de las razones por las que quería hacer esta serie era "joder a todos los fans de Crepúsculo". Así de vehemente se expresa Roth. Un realizador cuya imagen icónica del oso judío en el film de su amigo Quentin Tarantino, Malditos Bastardos, ha quedado para la posteridad.
DIA 3: THE CALL, PATRICK Y MINDSCAPE
Por su parte, en el tercer día tuvimos la oportunidad de ver 3 films muy distintos. The Call, de Brad Anderson, es un suspense de estética videoclipera y con estructura y reminiscencias televisivas, protagonizado por Halle Berry. El director de Connecticut nos cuenta la historia de un psicópata que secuestra a una chica, pero se centra en la figura de la operador
Mas clásica es el remake de Patrick, un aproximación mas retro todavía del film de terror setentero australianiano. En esta ocasión, Mark Hartley cuenta con un reparto encabezado por la nueva scream queen Sharni Vinson (en la fotografía) y Charles Dance, que recibió el Premio La Máquina del Tiempo ante el eufórico público del Auditorio. El fenómeno Juego de Tronos ha convertido a este veterano actor en una gran celebridad para la comunidad fandom del festival. Todo perfecto para vender este buen film tan gótico y hammeriano como la espléndida partitura de Pino Donaggio, con sus pertinente clímax de humor negro y casquería marca del género. Eso si, aunque quizá con menos dosis de la esperada.
a de emergencias que ayuda a la protagonista, encarnada por la ganadora del Oscar por Monster's Ball. La película no descansa durante sus 90 minutos, aunque algunos tópicos y un efectista uso de montaje y sonido, le hacen restar bastantes puntos para este crítico. Pero, al fin y al cabo entretiene, que es lo que importa.
Pero el plato fuerte ha sido Mindscape. El debut de Jorge Dorado en la dirección no sólo resulta un film dirigido técnicamente como si fuese un veterano; sino que la dirección de actores es sublime. Aparte de secundarios roba escenas como Brian Cox, este denso film se centra sobretodo en el dúo Mark Strong/ Taissa Farmiga para un firmar un gran película de intriga mental. La historia de un especialista en incursiones en los recuerdos de otras personas está protagonizada por el villano de moda del Holywood de los últimos años: un Mark Strong que, en la presentación del film, realizó un divertido "speech" en catalán, que se llevó una merecida ovación del auditorio de Sitges.
Y el festival pasa. Y aún queda mucho por ver. Hoy tendremos lo último del director de Drive, también hemos visto el apocalipsis según Simon Pegg o una de las películas más sorprendentes proveniente de Finlandia: Coherence. ¿Aún no os habéis pasado por Sitges? ¿ A qué esperáis? Seguiremos informando.
CRÍTICA: CANÍBAL
Tenebrismo. Término usado en la pintura barroca que se refiere a esa clase de óleos cuyo violento contraste de luces y sombras es su rasgo más característico. Velázquez ya lo usó en muchos de sus cuadros y ahora otro andaluz la utiliza para hablar de un corazón entre tinieblas latiendo en Granada. Un corazón que se alimenta de carne humana.
No en vano, las imágenes de Caníbal (cuya fotografía fue premiada en San Sebastián) son la base para la sinfonía de silencios que su director Manuel Martín Cuenca funde con la sutileza y la angustia para erigir su última película. Una obra cuyo tótem es un asesino magistralmente interpretado con pasmosa intensidad (y a la vez contención) por un gran Antonio de la Torre. Sastre de día, asesino de noche. Siempre solitario y perdido en un mal que nunca acabamos de entender. Simplemente, él es lo que es y ese es el viacrucis personal del protagonista. Sólo la luz del personaje de la gran Olimpa Melinte parece la única capaz de iluminar su alma oscura...
La posible redención es lo que veremos al largo de esta obra de claroscuros, donde la forma le da categoría al por otro lado un género tan manido como el psycho-thriller. Pero el film lo revaloriza gracias a la forma en la que nos muestra el contenido. Es por eso, que lamento que su desenlace se me antoje algo apresurado e insatisfactorio. Creo que empaña ligeramente esta composición, casi como si una nota desafinada se colara al final de la función. No obstante, el trabajo ya estaba hecho. Caníbal es una de las mejores películas españolas de este año. Así que yo de vosotros le daría un bocado a este film. Quizás os sorprenda lo mucho que os gusta su sabor...
Nota: 7,5
No en vano, las imágenes de Caníbal (cuya fotografía fue premiada en San Sebastián) son la base para la sinfonía de silencios que su director Manuel Martín Cuenca funde con la sutileza y la angustia para erigir su última película. Una obra cuyo tótem es un asesino magistralmente interpretado con pasmosa intensidad (y a la vez contención) por un gran Antonio de la Torre. Sastre de día, asesino de noche. Siempre solitario y perdido en un mal que nunca acabamos de entender. Simplemente, él es lo que es y ese es el viacrucis personal del protagonista. Sólo la luz del personaje de la gran Olimpa Melinte parece la única capaz de iluminar su alma oscura...
La posible redención es lo que veremos al largo de esta obra de claroscuros, donde la forma le da categoría al por otro lado un género tan manido como el psycho-thriller. Pero el film lo revaloriza gracias a la forma en la que nos muestra el contenido. Es por eso, que lamento que su desenlace se me antoje algo apresurado e insatisfactorio. Creo que empaña ligeramente esta composición, casi como si una nota desafinada se colara al final de la función. No obstante, el trabajo ya estaba hecho. Caníbal es una de las mejores películas españolas de este año. Así que yo de vosotros le daría un bocado a este film. Quizás os sorprenda lo mucho que os gusta su sabor...
Nota: 7,5
jueves, 17 de octubre de 2013
ENTREVISTA A TERRY GILLIAM: BUSCANDO EL SENTIDO DE LA VIDA
72 años. Todo vitalidad, ironía e imaginación. Así es Terry Gilliam, ex miembro del grupo británico de referencia Monty Python y director de 12 monos, La vida de Brian, Brazil o El Secreto de los Hermanos Grimm. El cineasta nos recibe en la Suite del Hotel María Cristina durante su hora de la comida. Así de dura es la promoción de su nueva película: The Zhero Theorem. En ella, Christopher Waltz interpreta a Oohen Leth, un excéntrico genio de los ordenadores que vive en un mundo corporativo controlado por una misteriosa figura llamada "Dirección". Recluido en su hogar, Oohen trabaja en la solución a un extraño teorema, un proyecto que podría descubrir el significado de la existencia. Eso último va ser el leitmotiv de la entrevista. Descubrir cuál es el sentido de la vida para Terry Gilliam, mientras nos habla de su vida, obra y, en concreto de su último trabajo: The Zhero Theorem. Así que empezamos a hablar con el genio…
En esta última película nos remite a un concepto muy arraigado a su etapa en los Monty Python, El sentido de la vida (The meaning of live 1983),. ¿Cuál cree que es el sentido de la vida?
No, no puedo decir cuál es el sentido de la vida. Porque no creo que haya un sentido de la vida. Creo que cada uno se la hace a si mismo pero no existe una única razón para todo el mundo. La iglesia antes te decía lo que era el sentido de la vida. Pero ahora este personaje lo busca de forma estúpida…
¿Cómo nació este proyecto?
Esta historia nace a raíz del fracaso de mi proyecto de Don Quijote. Quería hacerlo hace 5 años pero al final hice”El imaginario del Dr Parnassus. Y el año pasado estaba preparando para rodar Don Quijote pero le dije a mi agente que este año tenía que rodar algo o de lo contrario empezaría a disparar a la gente (risas)* Así que me propuso la idea de The Zhero Theorem. Entonces, la productora dijo que sí porque iba a ser la mitad de lo que iba a costar hace cinco años. Sólo hizo falta que Christopher Waltz diera luz verde y el proyecto fuera adelante.
¿Y cómo fue el proceso para llevar a cabo este The Zhero Theorem?
El proceso fue muy rápido. La pre-producción empezó en julio y empezamos a grabar en octubre. El rodaje también fue de vértigo porque tuvimos que realizar tomas muy rápidas y emplear los recursos que nos permitían avanzar más rápidamente, sabiendo que más tarde podríamos modificar el metraje durante el proceso de post producción. Porque realmente no teníamos tiempo.
Usted siempre navega a contracorriente en su cine como Don Quijote...Lo digo porque usted siempre lucha por hacer su cine guste o no como si fuera Don Quijote enfrentándose a los molinos de viento...
Si realmente no crees en lo que haces, nada tiene sentido. Yo no quiero ser un director de encargo. Cuando hago una película tengo que estar poseído con la idea de hacerla. Y yo soy el que tengo que mandar y el que tengo que estar contento con el proyecto. Esta cinta tiene muchos paralelismos con Brazil de la que ya han pasado 30 años. Pero estamos ante una versión más reducida en cuanto a presupuesto de la misma...
Quería hacer una nueva versión de la misma porque... ¡el mundo ha cambiado tanto. ¡Ahora la tecnología está presente en todas las fases de nuestra vida! Y justamente la premisa de The Zhero Theorem es la historia de alguien que quiere alejarse de ese ruido, de toda esa tecnología. De esa forma, se puede aislar del mundo y reflexionar acerca de El sentido de la vida, sobre todo en lo que se refiere en las relaciones personales que entran en su mundo solitario. Los jóvenes de hoy en día...
¿Cómo saben quiénes son? ¿A través de Facebook? ¿Por Twitter? Así que la película va de eso. ¿Cómo puedes buscar la soledad en este mundo moderno? Y, lógicamente, definir que es este mundo moderno. Por ejemplo, lo que está haciendo algunos estados de Norte-América donde el concepto antiguo de iglesia está desapareciendo para mucha gente y, por ello, lo están modificando. Así que me pregunto: ¿Ese nuevo modelo en qué dirección va?
Supongo que la diferencia que hay Brazil es que ahí no había vinculación emotiva con los personajes. Y aquí si lo hay pero las relaciones son muy vanas...
Mira, yo tengo Facebook y no hablo con nadie. Y no quiero leer las opiniones de mis amigos en Facebook. No me interesa La NSA ya nos controla la vida a través de Facebook y Google…De hecho, si tienes una página de Facebook con mucho éxito, la gente te va a pagar mucho por tener esa información. (Risas) Pero no, eso no es para mi.
¿Qué es lo que le motiva a Terry Gilliam para seguir haciendo películas?
Porque es mejor que estar en casa mirando el ordenador. Además el proceso de hacer una película es una maravilla porque juntas a un montón de gente con talento, estás trabajando con ellos durante unos cuantos meses y durante ese tiempo breve, le dan un "sentido a tu vida".
Supongo que para Terry Gilliam el sentido de la vida de es hacer películas.
Excepto cuando estoy haciendo una película. Entonces pienso que El sentido de la vida es cualquier cosa menos hacer una película. Además, me fascina el hecho de mis películas tenga críticas mezcladas, que la gente tengo opiniones muy positivas o negativas de las mismas. ¡Es una locura! Y eso me parece muy interesante. Porque yo no quiero hacer películas “bonitas”. Para mí eso sería la muerte. Estamos tan ocupados en nuestras vidas que sólo queremos ver el éxito en el cine.
Su película esta en varios festivales. ¿Cree que de esa misma forma, los diferentes públicos que la vean reaccionaran de forma diferente al verla?
Seguramente la audiencia latino-católica entenderá mejor mis películas. (Risas) Estaba siendo irónico, claro... Eso es cuando yo era más joven y compraba los discos de los Beatles y entonces salía un nuevo disco de ellos y no me gusta nada porque no se parecía al disco anterior. Pero como ya que lo había comprado, tenía la obligación de escucharlo de nuevo y lo escuchaba por segunda vez...Y al final, llega el punto de que acabas encantado con el disco. Creo que eso puede pasar con mis películas. Por ejemplo, recuerdo el caso de un periodista en París que vio Tideland y dijo: "Esta peli es una mierda, horrible. La odio'. Pero al tener que entrevistarme más tarde la tuvo que volver a ver y al final dijo que "era su película favorita. Interesante, ¿eh?"
Aunque The Zhero Theorem habla sobre el mundo digital es un regreso al cine analógico. En Parnassus todo era digital y en cambio aquí se nota su pasión por los decorados y una vuelta a sus orígenes donde todo era cortar y pegar.
Para mí, esta una película de vinilo o mejor dicho de semi-vinilo porque dentro de todo ese decorado está lleno de efectos especiales. Es una mezcla. De ahí lo de semi-vinilo. Además, la imagen siempre es igual sea en la TV o en el cine. Es 16:9. Así los bordes de la pantalla tienen esa forma tan característica porque es un homenaje a los inicios del cine. Tú veías lo que veía la cámara. Como en los orígenes del cine mudo…
No hay tiempo para más. Terry Gilliam termina de degustar el jamón y nos despedimos del genio, con la idea de que su próximo film sea su ansiado Don Quijote o, al menos, eso es que lo pretende este director visionario. No sabemos si esta vez será al fin la definitiva. Pero estamos convencidos de que, tarde o temprano ese proyecto verá la luz. Porque no hay nadie como Terry Gilliam para desafiar " los molinos de viento" de la industria...
*Juego de palabras. "Shoot" en inglés es rodar y, a la vez, disparar.
sábado, 12 de octubre de 2013
ENTREVISTA: HIROKAZU KOREEDA.
KOREEDA: "MI PROYECTO ES HACER UN FILM SOBRE CHINA DURANTE LA 2ª GUERRA MUNDIAL"
Desde el segundo día del festival hasta al final, Hirokazu Koreeda se
ha convertido en el líder indiscutible del ranking de películas en la
sección de Perlas del Zinemaldia 61, que premian a la mejor película
elegida por el público, según las votaciones de éste al finalizar cada
proyección. Ni Gravity, ni The Wind Rises, Ni Una Cuestión de Tiempo le
han arrebatado el galardón popular a uno de los nombres que más han
sonado en el certamen: Koreeda.
Hirokazu Koreeda (是枝裕和 Kore'eda Hirokazu) nació en 1962 en Tokio. Koreeda había querido ser novelista, pero tras graduarse en la Universidad de Waseda trabajó como asistente de dirección de documentales para la TV Man Union. A partir de ese momento, decidió contar sus historias con la cámara. En 1991 dirigió su primera película cuyo título fue Maboroshi no hikari y, a partir de ese momento, empezó su carrera cinematográfica con films como "Still Walking", "Kiseki" o "Air Doll"; hasta llegar a su punto más alto con este Like Father Like Son.
Así pues, el director japonés que venía de triunfar en Cannes con este film (que se llevó el premio especial del Jurado del Cannes) nos respondió a nuestras preguntas; mostrando una serenidad y humildad que engrandecen aún mas y sin querer la figura del cineasta nipón.
-Qué hay de autobiográfico en esta historia?
Yo tengo una hija de 6 años y siempre estoy pensando ¿Cómo voy a educar a mi propia hija? Esa es una pregunta que le he dado le he dado muchas vueltas en esta película.
-¿Cómo fue trabajar con niños y que método usa para trabajar con ellos?
Ya he encontrado la manera de trabajar con los niños y para ello hay dos factores para tener en cuenta a la hora de trabajar con ellos. El primero es que nunca les doy un guión. Solo les explico la situación, que tiene que hacer, cual es el contexto sin utilizar nunca el guión. Y lo segundo es que no me limito a escribirles una frase y contárselo a los niños como un cuento si no que también escucho atentamente lo que ellos me dicen, por supuesto. Por ejemplo, en esta película el niño que esta con la familia pobre ya desde la primera audición utilizaba las coletillas "Nande" que significa "porqué" y “¡Oh my god!”. Así lo que hice fue coger esas expresiones que el usaba e incorporarlas en la película.
-Actualmente, el mercado cinematográfica oriental está en alza. ¿Cuál cree que es el secreto de su cine?
No sabía que estaba resurgiendo. Desconocía esta fama mundial. Tenía la convicción de que las películas japonesas cada vez menos tenían repercusión así que me sorprende mucho esta afirmación.
-¿En qué dirección cree que se dirige su filmografía?
Hace seis años, hice una película llamada Still Walking. En ella trataba acerca de mi propia madre que justo murió justo antes de que la película viera la luz. Esa fue la primera película que hice sobre lo que estaba ocurriendo a mi alrededor. Cuando hice esta cinta me sentí muy cómodo. Me sentía muy satisfecho de hacer una película con aquello que sucedía en mi vida, realmente. A partir de ese momento decidí hacer películas que trataran sobre lo que a mi me sucede en mi vida cotidiana. Y cuando hace seis años nació mi hija lo más importante para mí era la educación de mi pequeña.
-¿Cuáles son sus futuros proyectos?
De mis futuros proyectos hay cinco que tengo en mente. Entre ellos, alguno habla sobre la familia, pero también hay otro que habla sobre China en la Segunda Guerra mundial. Pero ahora mismo todo está en mi cabeza y no sabría cuál voy a hacer o realizar primero.
Se acaba la entrevista. No tenemos para más pero nos deja con la miel en los labios sobre todo por su última respuesta. Recordemos que la invasión japonesa en China durante la 2ª Guerra Mundial es un tema prácticamente virgen en el cine. Sólo dos películas y desde el punto de pisto chino han tratado el tema: "Ciudad de Vida y Muerte" que ganó la Concha de Oro en San Sebastián y la reciente "Las Flores de la Guerra, de Zhang Yimou. ¿Cuál será la versión de un nipón sobre el conflicto? Esperemos que se lleve a cabo este proyecto. Sería la consolidación de uno de los nuevos maestros del cine: Hirokazu Koreeda.
jueves, 10 de octubre de 2013
CRÍTICA: CANÍBAL
Tenebrismo. Término usado en la pintura barroca que se refiere a esa
clase de óleos cuyo violento contraste de luces y sombras es su rasgo
más característico. Velázquez ya lo usó en muchos de sus cuadros y ahora
otro andaluz la utiliza para hablar de un corazón entre tinieblas
latiendo en Granada. Un corazón que se alimenta de carne humana.
No en vano, las imágenes de Caníbal (cuya fotografía fue premiada en San Sebastián) son la base para la sinfonía de silencios que su director Manuel Martín Cuenca funde con la sutileza y la angustia para erigir su última película. Una obra cuyo tótem es un asesino magistralmente interpretado con pasmosa intensidad (y a la vez contención) por un gran Antonio de la Torre. Sastre de día, asesino de noche. Siempre solitario y perdido en un mal que nunca acabamos de entender. Simplemente, él es lo que es y ese es el viacrucis personal del protagonista. Sólo la luz del personaje de la gran Olimpa Melinte parece la única capaz de iluminar su alma oscura...
La posible redención es lo que veremos al largo de esta obra de claroscuros, donde la forma le da categoría al por otro lado un género tan manido como el psycho-thriller. Pero el film lo revaloriza gracias a la forma en la que nos muestra el contenido. Es por eso, que lamento que su desenlace se me antoje algo apresurado e insatisfactorio. Creo que empaña ligeramente esta composición, casi como si una nota desafinada se colara al final de la función. No obstante, el trabajo ya estaba hecho. Caníbal es una de las mejores películas españolas de este año. Así que yo de vosotros le daría un bocado a este film. Quizás os sorprenda lo mucho que os gusta su sabor...
NOTA: 8
No en vano, las imágenes de Caníbal (cuya fotografía fue premiada en San Sebastián) son la base para la sinfonía de silencios que su director Manuel Martín Cuenca funde con la sutileza y la angustia para erigir su última película. Una obra cuyo tótem es un asesino magistralmente interpretado con pasmosa intensidad (y a la vez contención) por un gran Antonio de la Torre. Sastre de día, asesino de noche. Siempre solitario y perdido en un mal que nunca acabamos de entender. Simplemente, él es lo que es y ese es el viacrucis personal del protagonista. Sólo la luz del personaje de la gran Olimpa Melinte parece la única capaz de iluminar su alma oscura...
La posible redención es lo que veremos al largo de esta obra de claroscuros, donde la forma le da categoría al por otro lado un género tan manido como el psycho-thriller. Pero el film lo revaloriza gracias a la forma en la que nos muestra el contenido. Es por eso, que lamento que su desenlace se me antoje algo apresurado e insatisfactorio. Creo que empaña ligeramente esta composición, casi como si una nota desafinada se colara al final de la función. No obstante, el trabajo ya estaba hecho. Caníbal es una de las mejores películas españolas de este año. Así que yo de vosotros le daría un bocado a este film. Quizás os sorprenda lo mucho que os gusta su sabor...
NOTA: 8
CRÍTICA: THE BLING RING
Vaya por delante la afirmación que creo que Sofía Coppola es una
buena directora. La hija del director del El Padrino sabe manejar los
recursos visuales y el oficio de realizador para contar una historia. El
gran problema es que en esta ocasión, no tiene relato alguno en su film
si no que es una forma (contenida, eso sí) de practicar el onanismo de
su universo personal. Dicho de otro modo, Sofía Coppola es una mujer de
familia rica que ama el lujo, el Channel y la fama y aquí lo muestra,
sin esconderse de ello. Nada que reprochar a eso pero al margen de esta
declaración de intenciones... ¿Hay algo más? No, no hay nada más porque
parece que a la directora de Lost in Translation (visto su último
trabajo parece mentira que realizara esa joya) no le interesa.
Un grupo de adolescentes fascinados por las celebridades y el universo de las marcas rastrean en Internet la agenda de las celebridades para robar sus residencias. Sustraen por valor de más de 3 millones de dólares en objetos de lujo: joyas, ropa, zapatos, etc. Y de eso va la película.
La primera hora de metraje se dedica a filmar a "Gossip Girls" entrando y saliendo de casas de famosos sin mayor dificultad, probándose sus ropas caras y sus complementos aún más exclusivos. El ineludible conflicto moral se antoja terciario (para ser generosos), construyendo el film en un falso flashback para crear una artificial y fallida sensación de tensión. La última media hora es rutinaria, hueca y no corresponde al hype que la propia película ha creado anteriormente. Da la sensación de que Sofía ha querido hacer un documental de casas de famosos y lo ha disfrazado de película. Ni siquiera los protagonistas están definidos. Son puros arquetipos y, cuando acaba el metraje, prácticamente no sabemos nada de ellos. Solamente la secundaria roba-escenas Emma Watson está para salvar los muebles. Eso y la capacidad visual de la directora que se antoja fría al no crear una empatía y conexión con lo que está contando.
El humor está presente pero le falta mala uva y da la impresión de que la realizadora no ha querido cargar las tintas con ese mundo tan cercano al suyo. Todos son carencias y muy pocas virtudes para inflar una anécdota y convertirla en largometraje. Esperemos que la próxima ocasión, esta directora use su talento para contar algo interesante y no un product placement de la ruta de las casas de los celebrities de L.A. Si queréis verla, hacedlo con esa advertencia. Es la transliteración de las revistas de moda a una pantalla de cine pero, según este crítico, ese experimento no desarrolla un conflicto sólido con el que levantar esa idea.
NOTA: 4
Un grupo de adolescentes fascinados por las celebridades y el universo de las marcas rastrean en Internet la agenda de las celebridades para robar sus residencias. Sustraen por valor de más de 3 millones de dólares en objetos de lujo: joyas, ropa, zapatos, etc. Y de eso va la película.
La primera hora de metraje se dedica a filmar a "Gossip Girls" entrando y saliendo de casas de famosos sin mayor dificultad, probándose sus ropas caras y sus complementos aún más exclusivos. El ineludible conflicto moral se antoja terciario (para ser generosos), construyendo el film en un falso flashback para crear una artificial y fallida sensación de tensión. La última media hora es rutinaria, hueca y no corresponde al hype que la propia película ha creado anteriormente. Da la sensación de que Sofía ha querido hacer un documental de casas de famosos y lo ha disfrazado de película. Ni siquiera los protagonistas están definidos. Son puros arquetipos y, cuando acaba el metraje, prácticamente no sabemos nada de ellos. Solamente la secundaria roba-escenas Emma Watson está para salvar los muebles. Eso y la capacidad visual de la directora que se antoja fría al no crear una empatía y conexión con lo que está contando.
El humor está presente pero le falta mala uva y da la impresión de que la realizadora no ha querido cargar las tintas con ese mundo tan cercano al suyo. Todos son carencias y muy pocas virtudes para inflar una anécdota y convertirla en largometraje. Esperemos que la próxima ocasión, esta directora use su talento para contar algo interesante y no un product placement de la ruta de las casas de los celebrities de L.A. Si queréis verla, hacedlo con esa advertencia. Es la transliteración de las revistas de moda a una pantalla de cine pero, según este crítico, ese experimento no desarrolla un conflicto sólido con el que levantar esa idea.
NOTA: 4
CRÍTICA: LA HERIDA
La herida, de Fernando Franco, es la historia de Ana, una mujer
perdida que quiere escapar y no puede porque se encuentra siempre con un
muro que se lo impide. El mismo muro que su muro se construye para
encerrarse en él. Fernando Franco debuta en la dirección poniendo el
foco en esta asistente de ambulancias con deseos suicidas y que tiene
serios problemas para relacionarse, actuando con agresividad incluso con
su entorno más cercano a diferencia de lo que ocurre en su ámbito
laboral.
domingo, 6 de octubre de 2013
CRONICA SITGES: LUNES Y MARTES
Aprovechando lo pertinente de una de las metáforas empleadas por Álex de la Iglesia en la masterclass del martes, prefiero los invitados a la boda que quien se casa. O mejor dicho, como me ocurrió con San Sebastián en este certamen de Sitges por lo general me llaman más la atención las películas que no concursan que las que lo hacen. Y eso que aquí el catálogo es más numeroso...Por ejemplo, la mejor película que he visto del certamen con diferencia es ni nada más ni nada menos que una comedia. Y es que primero fueron los zombis. Después, los films de acción policíaca. Y ahora, la última muestra de los Stan Laurel y Oliver Hardy nerd- cockney es Bienvenidos al fin del mundo. 108 minutos de gags inspirados. Un in-crescendo que no tiene ni un bache, ni un momento de respiro. Todo empieza cuando cinco amigos de la infancia que vuelven a reunirse luego de 20 años para repetir una maratón de consumo cervecero en su pueblo natal hasta que una invasión planetaria se cruzará en su camino. Drama, acción y frikismo se cita en esta fiesta del humor con mensaje anti-bilderberg, aceptación de la madurez y los valores humanos. La comedia imposible la acaba de dirigir Edgar Wright con Simon Pegg y Nick Frost. Una cinta que se convierte en la mejor comedia total en mucho mucho tiempo.
Como hablar de Enemy, sería reiterarse en lo que defendí en San Sebastián (joya kafkiana donde las haya) seguiré con la sección oficial. El lunes casi sufrimos un cortocircuito con Coherence. Coherence es una de intriga claustrofóbica de física cuántica sobre las realidades paralelas. Ahí es nada. Un film nada fácil que se va enredando como un ovillo de lana partiendo de un grupo de amigos en una casa mientras pasa un cometa. El director estructura en exceso los actos del impro-show que dio pie al film y a la vez se recrea demasiado en unos diálogos insubstanciales en una película interesante pero le cuesta horrores arrancar. Un film que con otro montaje creo que hubiera sido mucho mejor de lo que es pero tampoco no es nada desdeñable y que contiene sobretodo un inspirado segmento final.
MARTES: ALEX DE LA IGLESIA Y REFN
Por su parte, martes fue el día de Solo Dios Perdona, Real y el de la Masterclass de Álex de la Iglesia. No me voy a extender mucho con el film nipón. Parece mentira que ante el alto nivel del cine oriental una de las propuestas que crucen el charco sea la presente. Porque Real ha sido para este cronista, uno de los films más flojos y aburridos del certamen. Historia alargada en exceso, interpretaciones frías y un caos torpe del que cuesta conectar. Muy poco que rescatar amén de una parte final algo más dinámica y alguna solución visual resultona.
Así que dejemos decepciones aparte y hablemos de un golpe encina de la mesa lleno de buen cine. Estamos hablando de Sólo Dios Perdona de Nicolas Winding Refn. El cine independiente de Hollywood mira al cine asiático para hacer un sugerente piscolabis onírico (aunque en este caso sea una coproducción europea) que firma el director de Drive. Un film cuyo énfasis a su estilo visual que parece heredero del Wong Kar-Wai mas soñador con su predilección por primerísimos planos, tomas largas y el rojo centelleante de 2046. También se impregna de la violencia del cine japonés de Kitano o el del coreano Park Chan-Wook salpicando los planos de esta historia con un sanguinario entremés fileteado con katanas e interrumpido por balas fatales. Un relato en la que sigue latiendo ADN de noir usa como la Marlene Dietrich que encarna Kristin Scott Thomas o ese Ryan Gosling que lleva al paroxismo su figura de héroe (imperfecto) de hielo. Y es que aunque creo sinceramente que hay algo de postureo en la propuesta que no le hace bien, su justo metraje no hace naufragar este chupito asiático-norteamericano ( y europeo); convirtiendóla en un pulp de qualité.
Y sobre los 75 minutos de la masterclass de Álex de la Iglesia os diré que se hicieron cortos. Creo que brillante se queda pequeño al definir uno de los momentos del festival. El director vasco respondió a las preguntas de este festival del cual se declaró un fan mas: "Sitges es el lugar donde me lo he pasado mejor, donde he disfrutado del cine, donde he visto películas que no se me olvidarán nunca y he presentado películas que tampoco olvidaré jamás".
Y por lo demás, no se rumorea ninguna clara favorita. The Green Inferno es el film que despertó mayor hype y Coherence es de esas películas controvertidas que tiene fans acérrimos y fuertes detractores. Aunque este crítico si tuviera que decantarse por ahora lo haría por Mindscape. Lástima que a priori no está en las quinielas pero nunca se sabe. Así que seguiremos informando...
Como hablar de Enemy, sería reiterarse en lo que defendí en San Sebastián (joya kafkiana donde las haya) seguiré con la sección oficial. El lunes casi sufrimos un cortocircuito con Coherence. Coherence es una de intriga claustrofóbica de física cuántica sobre las realidades paralelas. Ahí es nada. Un film nada fácil que se va enredando como un ovillo de lana partiendo de un grupo de amigos en una casa mientras pasa un cometa. El director estructura en exceso los actos del impro-show que dio pie al film y a la vez se recrea demasiado en unos diálogos insubstanciales en una película interesante pero le cuesta horrores arrancar. Un film que con otro montaje creo que hubiera sido mucho mejor de lo que es pero tampoco no es nada desdeñable y que contiene sobretodo un inspirado segmento final.
MARTES: ALEX DE LA IGLESIA Y REFN
Por su parte, martes fue el día de Solo Dios Perdona, Real y el de la Masterclass de Álex de la Iglesia. No me voy a extender mucho con el film nipón. Parece mentira que ante el alto nivel del cine oriental una de las propuestas que crucen el charco sea la presente. Porque Real ha sido para este cronista, uno de los films más flojos y aburridos del certamen. Historia alargada en exceso, interpretaciones frías y un caos torpe del que cuesta conectar. Muy poco que rescatar amén de una parte final algo más dinámica y alguna solución visual resultona.
Así que dejemos decepciones aparte y hablemos de un golpe encina de la mesa lleno de buen cine. Estamos hablando de Sólo Dios Perdona de Nicolas Winding Refn. El cine independiente de Hollywood mira al cine asiático para hacer un sugerente piscolabis onírico (aunque en este caso sea una coproducción europea) que firma el director de Drive. Un film cuyo énfasis a su estilo visual que parece heredero del Wong Kar-Wai mas soñador con su predilección por primerísimos planos, tomas largas y el rojo centelleante de 2046. También se impregna de la violencia del cine japonés de Kitano o el del coreano Park Chan-Wook salpicando los planos de esta historia con un sanguinario entremés fileteado con katanas e interrumpido por balas fatales. Un relato en la que sigue latiendo ADN de noir usa como la Marlene Dietrich que encarna Kristin Scott Thomas o ese Ryan Gosling que lleva al paroxismo su figura de héroe (imperfecto) de hielo. Y es que aunque creo sinceramente que hay algo de postureo en la propuesta que no le hace bien, su justo metraje no hace naufragar este chupito asiático-norteamericano ( y europeo); convirtiendóla en un pulp de qualité.
Y sobre los 75 minutos de la masterclass de Álex de la Iglesia os diré que se hicieron cortos. Creo que brillante se queda pequeño al definir uno de los momentos del festival. El director vasco respondió a las preguntas de este festival del cual se declaró un fan mas: "Sitges es el lugar donde me lo he pasado mejor, donde he disfrutado del cine, donde he visto películas que no se me olvidarán nunca y he presentado películas que tampoco olvidaré jamás".
Y por lo demás, no se rumorea ninguna clara favorita. The Green Inferno es el film que despertó mayor hype y Coherence es de esas películas controvertidas que tiene fans acérrimos y fuertes detractores. Aunque este crítico si tuviera que decantarse por ahora lo haría por Mindscape. Lástima que a priori no está en las quinielas pero nunca se sabe. Así que seguiremos informando...
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