En Hollywood
hay una preocupante falta de ideas que se intentan empañar a través de tocar
los temas de siempre de forma más extensa. Hasta los superhéroes parecen
filósofos en un intento de aportar una nueva perspectiva a iconos tan populares
como extintos por sobreutilización. Algunos cineastas con talento como Nolan
han sabido darle a Batman una reformulación válida porque han acertado tanto en
continente como en contenido y cohesionar ambas partes en un discurso.
En 12 años,
Solomon Northup no es un superhéroe pero a veces lo parece y da la sensación
que la unidireccionalidad del discurso desvirtúa los personajes. Y eso es algo
grave para un film que se jacta de explicar procedimentalmente la vida de un
esclavo entre el documental y el análisis contemporáneo. Eso hace que los
esfuerzos de Steve Mc queen para hacer SU película en su aspecto formal caigan
en saco roto. De nada sirve si el guión es un panfleto alargado hasta la
extenuación, teledirigido y pagado de sí mismo. La dirección técnica es
importante pero no lo es todo. Porque el mosaico de imágenes oníricas que capta
campos de algodón, sudor y lamentos en formas de blues esta tan bien conseguido
como una puesta en escena donde hasta los objetos mas banales logran crear
textura. Pero no funciona porque continuamente percibo dos peliculas en una.
NOTA: 4,5
No hay comentarios:
Publicar un comentario