Verano de 1987. Adèle se ha divorciado de su marido y de su autoestima. Pero
no de su hijo Henry de 13 años. Todo cambiará para ellos un día en el
supermercado; cuando un fugitivo la justicia les "pide" que le alojen
en su casa...
El argumento de Una vida en tres días es el de muchos telefilms dónde los clichés,
los tópicos y el melodrama exacerbado se citan para contentar a una platea
ávida de sensacionalismo. No es el caso que nos ocupa, al menos a lo que se
refiere la última parte. Los responsables de este antídoto son particularmente
dos: la actriz principal, Kate Winslet y el director, Jason Reitman responsable
de films del calibre de Juno y "Up in the Air".
Pero Una vida en 3 dias no tiene la calidad de los 2 primeros. La historia
no se lo permite a pesar de que sus responsables se esfuerzan en sacar petróleo
a la propuesta. Kate Winslet realiza una contenida interpretación que
vuelve a pedir un aplauso. Josh Brolin es puro cine negro y eso le sienta de
fábula a un personaje como el que interpreta. El niño, protagonista
Gattlin Griffith, también saca nota con una mirada que nos lleva a interesantes
terrenos de suspense emocional...
Y eso se traslada a la parte detrás de la cámara. La dirección de
Jason Reitman se da de la mano con una fotografía espléndida fotografía de Eric
Steelberg que junto la contenida actuación de los actores, realiza un
tratamiento sutil al relato. Si a eso le sumamos algunas reflexiones
interesantes en ciertas partes de la trama y el acierto de articular su óptica
desde el punto de vista de Henry ( y como lo aprovecha), veremos hasta qué
punto el equipo ha querido huir de un prisma telenovelesco. Por no olvidar la
magnífica BSo de Rolfe Kent...
Pero claro, el material es el que es...Una novela de Joyce Mandland, algo
así como un Nicholas Sparks dónde los lugares comunes se hallan en el código
genético de su base primigenia. Entonces...¿Que nos encontramos aparte de los
virtuosos elementos mencionados anteriormente? Pues otros bastante menos
satisfactorios: Hay tópicos de libro, un discurso que en términos generales es
conservador hasta decir basta...Un exceso de metraje...Un camino de baches que
aunque no aniquila la propuesta la convierta inevitablemente con un film menor,
reivindicable por su factura, olvidable por su carencia de mácula. Si bien
ratifica a Jason Reitman como gran director, uno se pregunta a donde nos lleva
su carrera hasta esta película. Porqué merece más. Merecemos más.
NOTA: 6
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