CRÍTICA: THE EAST
Sarah
Moss (Brit Marling), es una agente que trabaja para una gran empresa de
seguridad privada infilitrandóse en una organización eco-terrorista
llamada The East. Los actos llevados a cabo por la célula, así como la
justificación que sus miembros ofrecen sobre sus actos llevarán a Sarah a
replantearse sus ideales...
El director del film, Zal Batbanglij, llega a Hollywood después de su debut en un largo en su país de origen (Sound
of My Voice) y emplea el género de intriga con abundantes toques de
drama para poner en la palestra algunos dardos a nuestra sociedad, la
cual se destruye así misma; erigida a través de la figura despóta de las
grandes empresas. En el film vemos compañias farmacéuticas que ponen a
la venta medicamentos, aún sabiendo que pueden resultar muy
perjudiciales para la salud de los consumidores. Empresas que usan ríos
de agua potable como vertederos de crudo, etc.
Una
de las grandes bazas del film es lo poco tratado que es el tema
del eco-terrorismo, lo que le da interés a la película. Además,el
brainstorming que emplea Batbanglij en su segundo film está lleno de
quilates y contiene lo mejor y lo peor de un director " casi primerizo".
¿Por qué digo esto? Pues aunque The East tiene muy buenas ideas, el
film resulta bastante interesante pero, a veces su falta de cohesión y
su arritmia en algunos pasajes, le hacen perder puntos para este humilde
crítico. También su densidad argumental le pasa factura, despachando
algunas subtramas de forma algo precipitada y que sus dos horas de
metraje acaban resultando un corsé para que respire el relato que nos
quieren contar. Además se siente más cómoda en la acción ( on momentos
que beben del cine de Bourne) que en el drama (muy al estilo Homeland).
Pero
lo que más sorprende del film es su extraña evolución. Que empieza con
un thriller líquido al estilo Efectos Secundarios y acaba delirando en
unas secuencias de lo mas freak donde retrata una disfuncional familia
(o secta), donde los ecoterroristas curan heridas con pegamento o comen
con camisa de fuerza. Y lo hacen liderados por Alexander Skarsgård; que
aunque al principio parece el Eric de True Blood, que se ha quedado
demasiado tiempo encerrado en el ataúd, acaba dando el pego como líder
de este particular grupo verde.
Por
cierto, si me preguntáis por los actores la secundaria roba escenas se
llama Ellen Page. Cuando la trama le da cancha, el film alcanza su
zenit. No puedo decir lo mismo de la protagonista y coguionista junto al
director, Brit Marling. No sabemos si es ella o de su personaje, pero
no acaba de transmitir todo la que su rol debería al espectador. Se nos
antoja fría e inaccesible para conectar con un personaje que carga el
peso dramático del film. Lástima. Pero lo que no da nada de lástima es
ver una buena cinta de intriga con un tema poco explorado y apasionante
en nuestras carteleras.
NOTA: 6,5
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