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jueves, 3 de enero de 2019

CRITICA: EL LIBRO DE LA SELVA

Los tiempos cambian. Y con ello, también nuestro modo de ver las cosas. Esa es la principal razón de ser de las nuevas adaptaciones ya sea sobre films, libros o comics. Y el hecho de que ahora tengamos unos efectos digitales de mayor nivel, hace posible contar historias que de otra forma no hubiera sido posible. Pero el hartazgo de reutilización de material previo puede engendrar recelos al espectador de forma fácil. ¿Otra vez El libro de la selva?
Si, otra vez. No en vano, con Cenicienta 2015 Disney demostró que la readaptación de sus clásicos en película de acción real puede crear verdaderas joyas. De hecho, lo que hizo Kenneth Branagh con el personaje del zapatito de cristal para mi supera incluso el clásico animado. Y es que aún con sus guiños cómplices al film de los años 50, la Cenicienta del director de Thor le da otro aire renovado al film: Uno en que se readapta la historia a las nuevas formas de ver el mundo actualmente pero sin el postmodernismo de hoy que a veces puede resultar muy cargante.
Aquí la estrategia es la misma. Jon Favreau indaga en el subconsciente y el trasfondo de Rudyard Kipling más que el de el film animado aunque con sus diferencias. La primera que por fortuna JonFavreau lleva la historia a su terreno y confirma que aunque con unas líneas de producción establecidas por el estudio, estos films pueden ser “hijos” de sus directores. La segunda, que quizá debido al carácter mas icónico de su universo musical, el film cae más en el remix que en el anteriormente citado. Por suerte, a excepción de un momento que suena postizo, esto encaja en el conjunto. También que si en la Cenicienta 2015 era cine de antaño como los romances victorianos con un toque british, El Libro de la Selva 2016 es una aventura retro que nos recuerda al cine de aventuras de los años 70 adaptado para todos los públicos. Y por último, el transfondo holístico algo tan poco habitual en el cine que por fortuna ambas recuperan.
No en vano, creo que aparte de su espectáculo visual foto-realista impresionante esta es la gran baza de la nueva película del director de Iron Man. Porque Favreau saca a la palestra las metáforas mesiánicas con la ingenuidad y la habilidad que marca la mayor parte de nuestro legado espiritual y eso tiene mucho mérito. Así pues, sin descubrir nada, El Libro de la Selva (aparte de un divertimiento para toda la familia con alguna pequeña dosis de oscuridad) es un luminoso fresco sobre la tradición, la ambición o la generosidad bajo la atenta mirada de los dioses caídos.
NOTA: 7

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