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domingo, 2 de marzo de 2014

CRÍTICA: ¡OH BOY!

Ya no entiendo a la gente. No entiendo ni una palabra de lo que dicen. ¿A que parece un idioma distinto?” Eso es lo que dice uno de los personajes de esta “¡Jo que noche!” desencantada y suburbial. Que recoge la esencia berlinesa de antros oscuros de madera, de lavabos garafateados por artistas y un pasado doloroso en cada esquina. De ahí el blanco y negro. No hay color en esta cinta porqué es imposible que exista cualquier cosa que no sea gris en el mundo de "¡Oh Boy!".

La historia es sencilla. 24 horas en la vida de Niko, un perdedor en el que le pasan mil y un infortunios en un limbo sin salida. Es algo que en el cine actual hemos visto con mucha asiduidad. A propósito de Lewyn Davis, Cuando todo está perdido...Son ejemplos de diferentes formas de tocar esta única melodía que desgraciadamente parece la metáfora más representativa de nuestro tiempo. En el caso de hoy, ( que recuerda a la francesa The Age Atomique por su onirismo noctámbulo y suburbano ) la cruenta historia de la Alemania reciente, está presente con ecos de pasados que siguen sin cerrarse. Pero no es un film sobre las huellas de un país si no de un joven de hoy en día que podría ser de cualquier parte del mundo.

Este Niko que está interpretado por solvencia por Tom Schilling atraviesa un mundo que navega por el nihilismo, el humor absurdo y a veces por el lynchismo para radiografiar la juventud de hoy. Esos jóvenes que tendrían que levantarnos y que no sólo están perdidos, si no que tienen que robar del plato de los mendigos para pagar un café. Y, con recursos mínimos capta esa esencia en su acotado metraje el realizador Jan Ole Gerster ; a través del compás jazzístico de The Major Minors y Cherilyn MacNeil donde a veces nos hace creer que estemos viendo una cinta de Woody Allen.  Parte de la estrategia de mostranos que aunque la vida pueda ser una sombra colosal, también puede ser una comedia negra misantrópica. Así que tomemos nota ante esta ópera prima. Quizá el futuro de Niko no sea muy halagüeño. Pero del director de esta pequeña gran cinta si que lo és…

NOTA: 7



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