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lunes, 4 de marzo de 2013

CRÍTICA: PARKER



Si existe un heredero claro de las action movies de los 80 ese es Jason Statham. Empezó haciendo sus pinitos como futbolista, acabó representando su país en los Juegos Olímpicos en salto de trampolín y un póster como modelo acabó llenando la atención de Guy Ritchie que lo fichó para Lock and Stock y Snatch. El resto ya es de sobras conocido. Luc Beeson le dió su papel de Frank Martin y la saga Transporter lo catapultó  ( y etiquetó) en el estrellato de las cintas de acción. Algo que el actor de Sydenham parece estar encantado. Al igual que sus personajes, le gustan las emociones fuertes y siempre se niega a que usen doblen en sus pelis. Ahí es nada.

Es por eso que al enfrentarnos a este Parker sabemos que no vamos a sorprendernos: Todos sus films siguen la misma tónica. Són simples como el mecanismo de un chupete, algunos solventes otros infumables pero NUNCA engañan a nadie. Son auténticos placeres epidérmicos.

Por fortuna, la propuesta de hoy esta dentro del primer grupo. Y probablemente, sea una de sus muestras mas inspiradas. La prosa de Donald E. Westlake le sienta como un guante a este británico tan socarrón como duro como el acero.  La película empieza con un atraco que se complica un poco y un reparto de gananciales que se complica aún más. Nuestro protagonista acaba en la cuneta con varias cicatrices y en busca de venganza. Ya tenemos película.

La primera media hora del film es un Statham duro como un huevo cocido orquestando su plan a través de puñetazos, disparos y disfraces. Después la acción se ralentiza un poco y coquetea con una trama algo más ligera con una Jennifer López que parece salida de una de sus comedias románticas marca de la casa. La actriz está muy divertida y acaba siendo un hallazgo que funciona por contraste con el humor negro del film, lleno de secundarios que aportan su grano de arena a este cóctel del director de Ray. Entre ellos, un Nick Nolte muy deteriorado, por cierto.

Poco más que decir del film. Que lo mejor es verla siendo consciente de lo que vas a ver y dejándote llevar. Si lo hacen, disfrutarán. Taylor Hackford cumple como artesano y nos trae un Parker siguiendo con los cánones; con testosterona a prueba de balas y que incluso huye en ocasiones de algunos lugares comunes. No va a ganar ningún óscar pero cumple su cometido.

NOTA: 6'5


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