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martes, 6 de enero de 2015

CRÍTICA: INTERSTELLAR

Realizar una breve crítica de Interstellar resulta una tarea casi imposible como el material que maneja la propia cinta. No sólo porque la película está llena de capas y articula tantos tipos de discurso tanto formal, como conceptual e ideológico, sino que cada uno de esos preceptos viniendo unidos en uno solo. Sí amigos, ésta es una película de ideas. Como ya vimos después de Origen con el fin de la trilogía de Batman, Nolan está cada vez más entusiasmado con ser un realizador expresivo. Así pues lo que es su eterno "Mcgguffin" queda cada vez más evidente: Usa la narración para diseminar las piezas y unirlas en clímax apabullantes. Aunque en el fondo, la narración es un pretexto. Aquí va un paso más allá y, a pesar de que hay una gran historia detrás, como es habitual -tranquilos, que esto no es ni por asomo un Holy Motors-...Interstellar es un film más de autor que palomitero.
 
Más ciencia que ficción (como fue el cine de género en sus orígenes heredando su tradición literaria). Y menos mainstream que Origen o Gravity, de Alfonso Cuarón -con la que Interstellar sufrirá una inevitable comparación-. Y por el que suscribe, curiosamente inferior a los anteriores mencionados, aunque el referente aquí es 2001,una odisea en el espacio, hasta tal punto que parece que Nolan ha querido hacer un Kubrick en versión dummie.

Quizá es por eso que, del mismo modo que cada vez las secuencias de acción (que las hay y sí, son espectaculares) son otra escena más, lo mismo ocurre con las dramáticas, que en esta película son tan necesarias como el aire para los pulmones. Pero para eso, el director de Memento confía en Matthew McConaughey y en el resto de reparto "de campanillas" (entre los que destacan Jessica Chastain y los "repetidores" Anne Hathaway y Michael Caine) para que esa parte del film funcione. Para quien suscribe, lo hace. Preparad los kleenex…y hasta aquí puedo leer.
Y es que Interstellar es un film espacial con el que mejor saber lo mínimo. Mejor acercarse a la película siendo vírgenes, aunque ya os aviso que su densidad no será apta para todos. Porque si entráis en el juego, es muy probable que os perdáis en su superficie cuántica. Y por mucho que el rompecabezas aparentemente encaje, es complicado ver el dibujo si no entendemos la naturaleza de las piezas.
Así pues, en el momento de escribir estas líneas, 48 después de salir de la sala, aún estoy asimilando la película con todos sus pros, sus contras y sus incógnitas. Sin embargo, lo que sí creo que puedo afirmar es que Interstellar, de Christopher Nolan, será una de esas rara avis, con las que, personalmente, voy a tener una relación de debate tóxico contínuo más imperecedero. Un Interstellar que es una experiencia sensorial sin paragón (si sólo podéis ver una película en el cine este año que sea esta) como viene siendo habitual para uno de los directores más destacados del panorama actual.

NOTA: 8'5

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