Todo
empieza cuando un hecho rompe la cotidianeidad de la vida de Ane. La
llegada de un ramo de flores en su casa de forma anónima. Un hecho
extraño que empieza repetirse cada semana. Algo que empieza a despertar
dudas y conjeturas en su entorno sobre el quién y el porqué. Un inicio
fresco e interesante que crea expectativas en el espectador.
Entonces
pasamos a la historia de Lourdes y Tere donde unas misteriosas flores
también acaban siendo protagonistas de sus vidas. Ahí nos damos cuenta
lo que es Loreak: historias humanas donde las flores y su simbolismo en
la sociedad son protagonistas. Una buena idea pero con un desarrollo que
bajo mi punto de vista se me antoja irregular (lo mejor es la primera
media hora y después rara vez alcanza el nivel visto en el inicio).Y es
que las conexiones y las actitudes de los personajes me parecen forzadas
en ocasiones y demasiado supeditadas a la trama. Algo que también me
parece que se traduce a nivel actoral, donde Itziar Aizpuru es lo mejor
del elenco; (con un nivel de verismo y emoción como el que exige la
historia) pero con otras interpretaciones menos perfiladas en una
historia que requiere mucho de los roles/actores.
Lo
que creo que no se le puede achacar a Loreak: la forma en el que los
directores José María Goenaga y Jon Garaño, plasman esta historia de
mujeres: con tacto y sensibilidad. Unas cualidades que se traducen en
una distancia formal tan bella (como ese plano con la cámara situada
tras una ventana)
como de respeto ante la intimidad de sus personajes. Es el mayor mérito
de un film que con sus virtudes y defectos ofrece una interesante
reflexión sobre las relaciones entre las personas y de palabras tan
olvidadas hoy en día como perdón, gratitud, generosidad....Un film que
vale la pena tanto como entregar un ramo de flores a alguien a quien te
importe. Tan sencillo y la a vez tan valioso como eso. Así es Loreak.
NOTA: 6
NOTA: 6
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