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miércoles, 7 de enero de 2015

CRÍTICA: BLUE RUIN

Los Hermanos Coen ganaron el oscar con una cinta que supuso cierta ruptura en su cine (mas viniendo de una dupla comercial cada una mas "fallida que el anterior). Cine negro muy físico, increíblemente austero y donde la trascendencia y el silencio eran protagonistas junto a un villano memorable encarnado porJavier Bardem. Sí, estamos hablando de No es País para viejos, cuya persecución de gato y ratón tiene mucho que ver con la del vagabundo Dwight, sobretodo en el enfoque que Jeremy Saulnier (quien dirige, escribe y firma la fotografia) le ha dado a este Blue Ruin. 

Ganadora del Premio FIPRESCI en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes en el 2013, la cinta dosifica e indaga lo justo en el leitmotiv del personaje protagonista. Un personaje marcado por un hecho traumático que vive sólo para la venganza y cuyo momento acaba de llegar. Cocida a fuego lento, la cinta se deja llevar por la contundencia de la imagen en este thriller low cost y clava varias imágenes de la retina por su dureza y convicción con la que construye un film bastante sólido; pero cuyo minimalismo a veces le agua un tanto la fiesta a su director debutante. El ritmo no siempre funciona (no aburre, pero si a veces tiene caídas de ritmo) y su austeridad parece querer insuflar el film de una importancia tonal que quizá debería esquivar. No importa. Aquí está el final griego donde toda la carne se pone en el asador y salpica a los espectadores. 

Y es que Blue Ruin  no solamente es una muestra no sólo de un talento incipiente si no de la capacidad autocrítica del cine USA. También es un signo palpable de como las voces de las nuevas generaciones de directores parecen tener pocos tapujos a la hora de mostrar su forma de ver las cosas. O dicho de otra manera y referente sobre todo al que nos ocupa: del mismo modo en que captamos la realidad, sin pátinas cinéfilas de lenguaje impostado de por medio. Así el film, en su naturalismo oscuro estremecedor, puede oler tanto a pólvora y a sangre, sin coartadas de manual, en esos films sorprendentes que demuestran que la democratización del empleo de los medios fílmicos, es la mejor noticia del cine en años.

NOTA: 7


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